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La CHS proyecta dos macrobalsas que amenazan Sierra Escalona

Amigos de Sierra Escalona alegan al anteproyecto de las obras para conectar el agua desalada en Torrevieja con los embalses de la cuenca por afectar al paisaje protegido

Desaladora de Torrevieja, desde la que el organismo de cuenca pretende redistribuir el agua a otros puntos de la provincia y de Murcia TONY SEVILLA

La asociación Amigos de Sierra Escalona (ASE) va a presentar alegaciones al anteproyecto de las obras de interconexión de las desaladoras de agua de mar en la cuenca del Segura, que se encuentra en exposición pública. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) pretende con esta actuación que la desaladora de Torrevieja rinda más y aumente su efectividad redistribuyendo los recursos a los embalses de la cuenca. Sin embargo, ASE considera que «es una barbaridad», en palabras de su presidente, Miguel Ángel Pavón. No en vano, «afecta al entorno de Sierra Escalona», explica.

En concreto, se pretenden construir dos macrobalsas de agua dentro del paisaje protegido de Sierra Escalona y su entorno, una en el punto más alto de la sierra del Cristo, sobre unas 3,5 hectáreas de El Serretón (272 metros de altura), y la otra sobre aproximadamente 1,5 hectáreas de la zona norte del área de cimas de la sierra de Pujálvarez, a una cuota de unos 300 metros. Cada una de las balsas, además, tiene su camino de acceso de nueva planta, con sus terraplenes y desmontes en las zonas de umbría de las sierras. «Tanto las macrobalsas como sus caminos tendrían un impacto muy negativo sobre la biodiversidad y el paisaje», afirma Pavón, que insiste en que es «un completo despropósito».

Además, se proyecta un tendido eléctrico aéreo de 4 kilómetros en el área prioritaria de protección de la avifauna, frente a un área vinculada a la Zona de Especial Protección para las Aves de Sierra Escalona, para alimentar la nueva estación de bombeo, que se situaría bajo la presa de La Pedrera, e impulsar el agua desde La Pedrera a las nuevas macrobalsas de las sierras del Cristo y de Pujálvarez. A todo ello se suma que el trazado de los tubos para comunicar La Pedrera con las macrobalsas y estas con los embalses de Ojós y de la rambla de Algeciras, en Murcia, también invade el paisaje protegido.

El propio anteproyecto advierte de la afección al paisaje protegido de Sierra de Escalona y su entorno, que «verá afectada su morfología actual». En concreto, prosigue el documento que se encuentra en exposición pública, atañe a 12,76 hectáreas, lo que supone un 0,12% del total, de las que 10,28 hectáreas corresponden a ocupaciones permanentes por las balsas de regulación de las impulsiones de Ojós y Algeciras, así como sus caminos de acceso. E incluso añade que «el impacto en la zona afectada del espacio será permanente, cambiando su topografía y aspecto, que actualmente es eminentemente natural».

El trazado discurre en su totalidad por el término municipal de Orihuela y una parte de la línea eléctrica por el de Jacarilla. Los estudios también reflejan su afección en el patrimonio etnográfico. En concreto, al sistema hidráulico de riego tradicional de la huerta de Orihuela, afectando a zonas puntuales de sus acequias: azarbe mayor de Hurchillo o Reguerón, azarbe de los Giles, acequia Puertas de Murcia y azarbe Merancho.

Las obras permitirán aportar agua desde la desaladora de Torrevieja al embalse de la Pedrera (220 hectómetros cúbicos útiles), y de ahí hasta el azud de Ojós y el embalse de la Rambla de Algeciras (50 hectómetros cúbicos), e ir completando la conducción desde la balsa de Cerro Colorado, actuación asociada a la desaladora de Águilas. Tras el anteproyecto, el siguiente paso será la redacción y adjudicación del proyecto, que dispone de un presupuesto base de 258 millones de euros, que con las expropiaciones alcanzaría los 263.

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