El aplazamiento del proceso de primarias para la candidatura a la Alcaldía de Torrevieja del PSOE ha provocado la enésima crisis interna en el grupo municipal y la agrupación socialista. El pasado viernes 16 de septiembre, como avanzó INFORMACIÓN, la dirección federal del partido en Ferraz anunció en un comunicado que el calendario de primarias y su celebración, en caso de presentarse más de una candidatura, se aplaza a noviembre en Torrevieja y en Ontinyent (València). Toda una invitación al secretario general local reelegido hace solo unos meses, y portavoz municipal Andrés Navarro, a repensar su intención -que reiteró el viernes-, de revalidar su candidatura a las municipales. Candidatura que ganó en 2019 con unas primarias abiertas frente a Javier Manzanares. Fuentes de la dirección del PSPV confirmaban ayer lunes a este diario, de nuevo, el aplazamiento del proceso de primarias.

Navarro dijo ayer que no se da por enterado de esa decisión mientras no sea notificado y por lo tanto formalizaría su precandidatura entre ayer y este martes Sí reconoce que el pasado viernes, tras el comunicado publicado por este diario, recibió una confirmación verbal desde València de que la dirección autonómica del PSPV había solicitado este aplazamiento a Ferraz. Por su parte el secretario de Organización local y miembro del grupo municipal, Andrés Antón, ha señalado que tampoco había recibido notificación oficial del cambio en el calendario. Y de paso, para despejar las dudas de quienes le sitúan como alternativa a Navarro, reiterar de nuevo que si el portavoz municipal, que cuenta con el control absoluto de la ejecutiva y la agrupación, se presenta, él no optará a ser alcaldable.

Los miembros de la ejecutiva y de la agrupación consultados por este diario no tienen nada claro sin embargo que la declaración de Antón sea del todo sincera. Navarro y Antón han sido uña y carne durante tres años, hasta el punto de ser conocidos como "los andreses" en su acción conjunta en el partido. Pero ya no. 

Esta secuencia tan típica de la forma de funcionamiento interno del PSOE -en el que el último en enterarse oficialmente de una resolución importante es el más afectado-, ha desatado las especulaciones sobre cuál es objetivo final del aplazamiento a noviembre en el proceso. El primero, como no podía ser de otra forma en política, ganar tiempo sin hacer nada para intentar que el problema se resuelva solo: traducido al común de los mortales que Navarro renuncie a ser alcaldable.

Este “no hacer nada” es en lo que ha puesto especial énfasis desde 2019 para el caso de la agrupación de Torrevieja el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, durante estos tres años y medio ante, por llamarlo con asepsia, los "conflictos" en el seno del PSOE local. A la vista está, la estrategia que no ha tenido mucho éxito. No obstante, la secretaría de Organización va a hacer un último intento de apagafuegos esta semana para reunir a Navarro y Antón en la misma mesa.

Fuentes socialistas señalan que ahora, a ocho meses vista de las municipales, la dirección autonómica ha captado que la labor del PSOE como principal grupo de la oposición al PP en el Ayuntamiento de Torrevieja no es especialmente valorada por el electorado local. Las encuestas internas apenas dan cuatro ediles a la formación si las municipales se celebraran ahora. Lograron cinco en 2019.

El PSPV- PSOE, también el local, salvo acontecimientos extraordinarios, da casi por amortizada la mayoría absoluta del PP de Eduardo Dolón. Pero desde el punto de vista del proceso electoral autonómico -que coincide con el municipal- y en el que unos pocos miles de votos podrían decidir quién asume la presidencia de la Generalitat, contar con un candidato fiable sí puede marcar la diferencia -entre tres concejales a mantener el número actual-.  

Mercadeo de cuotas y grupo municipal

El edil Rodolfo Carmona pasó a los no adscritos y se dio de baja en el PSOE hace unas semanas harto de la pasividad del PSPV a la hora de resolver la crisis interna. La concejala Fanny Serrano, primera teniente alcalde y diputada provincial en el anterior mandato ha sido marginada por Navarro y Antón a no intervenir en las sesiones plenarias durante todo el mandato. También fue desplazada de las comisiones para que el portavoz del grupo pudiera percibir sus indemnizaciones por asistencia a esos órganos colegiados una vez se había jubilado­.

En el día a día, quedan en el grupo Navarro, la edil Ana Pérez Torregrosa, y Antón. Y ahora parecen multitud. Aunque el statu quo se había mantenido con una especie de acuerdo entre los tres ediles para garantizarse los puestos de salida en la lista electoral de las municipales de 2023.

La situación del grupo municipal hizo que la dirección comarcal del PSOE estuviera planteando la presentación de un mirlo blanco: un candidato ajeno a la sempiterna pelea de los socialistas locales. Sin embargo, esa opción, que ya tenía nombre, apellido y perfil conciliador totalmente ajeno al "lío" del PSOE local, ha fracasado por el habitual mercadeo de cuotas en el PSOE y las ataduras que provoca. La secretaría comarcal fue ganada por el sector de Alejandro Soler, presidente provincial, en contra de la opción oficialista y ximista. Los ximistas se han "vengado" ahora desbaratando las opciones impulsadas por la comarcal y han impulsado -con éxito- en Orihuela a Carolina Gracia frente a Antonio Zapata, a Jaime Pérez, de nuevo, en Almoradí, y ahora a su candidato en Torrevieja.

Todo a cambio de socavar el poder orgánico de la dirección comarcal y provincial y manejar a los escogidos, para que aporten sus apoyos locales en los cónclaves internos que estén por venir en los que se tomen decisiones, con la vista puesta en el medio plazo y los próximos años. Y todo, claro bastante alejado del ideal de democracia interna y seguimiento escrupuloso de la normativa que difunde el PSOE.

¿Hasta las primarias abiertas?

La propia dirección de Organización, que este lunes confirmaba a INFORMACIÓN la validez del comunicado de Ferraz al margen de si hay notificaciones oficiales, habría apostado por Antón. Según esas fuentes si Antón se desdice y planta cara a una candidatura de Navarro, el proceso podría resolverse en unas primarias abiertas en el que podrá participar cualquier ciudadano que se inscriba aportando una cuota mínima como ocurrió en 2019. Proceso en el que, si es necesario, se implicará de lleno la engrasada maquinaria electoral del PP local.

En este sentido el secretario general local y su entorno, con el objetivo de tranquilizar a su limitada pero fiel militancia -en torno a un centenar- está trasladando que es la ejecutiva la que decide si hay primarias o no. Y ya ha dicho que serán cerradas. Pero no es así. Si es cierto que con dos candidaturas en un municipio de más de 50.000 vecinos las primarias abiertas ya no son automáticas -como ocurría en 2019- pero sí pueden realizarse a petición del PSPV a Ferraz.