Una conductora que terminó siendo detenida e imputada por la Policía Local de Algorfa circuló durante al menos 10 kilómetros en sentido contrario en la la autovía AP-7, según ha indicado en un comunicado la Policía Local de este municipio. Un ciudadano dio aviso a este cuerpo policial, que contaba en esos momentos con patrulla con un oficial y un agente en una de las urbanizaciones que integran el término municipal de Algorfa, pegada a la autovía. Tras avistar el vehículo que circulaba en sentido contrario provocando que varios vehículos realizaran maniobras "evasivas, mediante giros bruscos y frenazos, intentando evitar la colisión frontal" se adelantaron a toda velocidad en el sentido de la infractora, introduciéndose en la autovía, dejando el vehículo en un tramo de la mediana central y pasando a pie al carril contrario por donde venía el vehículo en sentido opuesto.

El oficial detuvo a los vehículos que circulaban en sentido correcto, -uno de ellos lo rozó a toda velocidad-. El otro agente se ubicó en el centro de la vía y comenzó a realizar maniobras para forzar la detención del vehículo. Pero tuvo que saltar de su posición porque la conductora no reducía la velocidad. Aunque sí se detuvo al llegar al punto donde el otro policía había logrado detener a los vehículos que circulaban en sentido correcto. Tras retirar el vehículo de la vía y restablecer poco a poco el tráfico para evitar el peligro para el resto de usuarios, los agentes imputaron de la conductora, una persona de avanzada edad, con síntomas de desorientación y que padecía enfermedad con un tratamiento incompatible con la conducción de vehículos, según pudo constatar después la Policía Local.

La rapidez en la intervención de los agentes, que resultaron heridos leves "evitó un peligro cierto, con un desenlace previsiblemente dramático dadas las circunstancias del suceso, por lo que los policías, el oficial Bravo Dolz y el agente Mora Valenzuela, van a ser propuestos para felicitación pública", según indica la jefatura de la Policía Local de Algorfa

Cada vez más frecuente

El inspector Pedro J. Bertomeu García, se pregunta si "¿deberían estas situaciones de peligro generadas por conductores que no se encuentran en condiciones psicofísicas para el manejo de vehículos, que son crecientes en su número, invitarnos a hacer una reflexión sobre el control de las condiciones psicofísicas a la hora de renovar las licencias para conducir, y sobre la realización de controles de enfermedades y tratamientos durante la vigencia de estas, que pudieran conllevar la adecuada supresión temporal de los permisos de conducir?".

Para el inspector jefe esta intervención, junto a otras similares se suman a la estadística, "quizá nos debería hace valorar la necesidad de establecer unos controles más eficaces respecto de las condiciones psicofísicas exigibles a los conductores, sobre todo tras alcanzar determinada edad, o padecer algunas enfermedades que hacen mermar las condiciones para la conducción, incrementando el riesgo para los conductores y usuarios de la vías".

Por un lado este mando considera que tendría que vigilarse a aquellos ciudadanos que por su longevidad o deterioro físico o psíquico.Así en las últimas fechas, desde la Policía Local de Algorfa ha propuesto la retirada de permisos de conducción de seis ciudadanos, de diferentes nacionalidades, tras tener diferentes accidentes claramente producidos por la falta de movilidad, por enfermedades crónicas graves o tratamientos de estas, e incluso en algunos casos, ante una clara manifestación de una merma física que hacía imposible el manejo de los mandos del vehículo. El procedimiento conlleva que se justifique debidamente por parte de la Policía, sometiendo a la persona a un reconocimiento médico psicofísico por parte de la Dirección General de Tráfico, resolviéndose la posibilidad de suspensión del permiso de conducción en función de ese reconocimiento.

Por otro lado, el inspector cita el seguimiento de enfermedades no crónicas, pero que precisan de tratamiento temporal cuyos efectos merman la capacidad de manejo de vehículos por las vías ( como enfermedades que mermen la movilidad o cuyos tratamientos afecten a la agilidad mental o mecánica). En este caso, admite el mando, "la posibilidad de suspender el permiso de conducción es mucho más complicada", debiendo quedar a la conciencia del conductor que suspenda voluntariamente la conducción".