El partido animalista Pacma está estudiando medidas legales contra la concejal de Protección Animal del Ayuntamiento de Torrevieja, Concha Sala y ha reclamado su dimisión por su supuesta responsabilidad en la muerte de un perro atado en una azotea y que agonizó bajo altas temperaturas este verano, enredado en las cuerdas de un tendedero. En un comunicado de la dirección nacional del partido considera que su actuación "no estuvo a la altura de la urgencia requerida, que no supo movilizar a los cuerpos de seguridad" y que fue incapaz de gestionar la situación. Algo que le ha costado la vida a un animal que podría haberse salvado si se hubiese aplicado un protocolo efectivo, el cual sospechamos que no tienen o que ni siquiera conocen.

Por su parte, Sala declaró en el último pleno del Ayuntamiento de Torrevieja, celebrado el pasado 29 de septiembre, que había «Concha Sala para rato", y que había sido víctima de «un infierno» de acoso que no le deseaba a nadie. Afirmó que, mientras el alcalde lo quisiera, no dimitiría, algo que PACMA y el concejal no adscrito Nacho Torre-Marín -que denunció el caso públicamente- interpretan "como una falta de consideración y respeto por lo ocurrido", así como "una elusión a su responsabilidad como cargo público".

Muerte brutal

Como avanzó INFORMACIÓN el perro falleció agónicamente en una azotea a pleno sol en Torrevieja "ante la inacción de la administración local", según la misma fuente, que este martes ha publicado un vídeo en el que se muestra un resumen de las últimas 3 horas de vida del animal, que grita, corretea, salta debido a la temperatura del suelo y se desvanece constantemente hasta que deja de respirar. "No habíamos querido llegar a este punto -añade Pacma-, pero es totalmente inadmisible que no se asuman responsabilidades políticas tras la muerte brutal del animal. Con estas imágenes, exigimos la dimisión urgente de la concejala de Protección Animal de la localidad, Concha Sala".

Según el concejal Nacho Torre-Marín, Concha Sala llevaba siendo advertida de la situación desde hacía tres días, al igual que la policía local. "Nadie se explica cómo pudo darse el fallecimiento de este animal en plena ola de calor cuando el acceso a la vivienda era relativamente sencillo y podría justificarse en caso de emergencia, pues la Policía llegó a personarse en la puerta hasta en dos ocasiones sin lograr que la propietaria abriese". El vídeo data del día de la muerte del animal, 20 de agosto, pero se llevaba avisando del estado del perro desde el día 17 y Pacma asegura que la edil estaba al tanto de la situación desde el primer día.

La Policía local, según la versión de PACMA "aunque acudió, no presionó para acceder a la vivienda" y se limitó a preguntar a los vecinos -teniendo el vídeo en mano- si el animal en cuestión solía ser víctima de malos tratos. Los agentes pudieron entrar en la vivienda con permiso de los residentes únicamente para el levantamiento del cadáver. La propietaria del animal ha sido denunciada por la asociación de protección animal local ADAT.

Autorización

La Policía Local, tal y como ha podido confirmar este diario, acudió en varias ocasiones del 17 al 20 de agosto para comprobar el estado del animal por la denuncia de los vecinos -algo que figura en la documentación sobre las intervenciones realizadas-. En al menos una de esas visitas el animal se encontraba a la sombra, suelto y con agua, aunque durante toda la jornada en la que el perro falleció estuvo atado, sin agua, al sol y con varias gomas de un tendedero de ropa enredadas en el cuerpo.

La Policía Local no recibió orden alguna por parte de la edil o del jefe de la Policía Local, el alcalde Eduardo Dolón, para que se solicitara autorización judicial para acceder a la vivienda.

La entrada en una vivienda solo puede autorizarla un juzgado, aunque en casos de emergencias las fuerzas de seguridad pueden acceder prescindiendo de este permiso expreso, que es como actúan, por ejemplo, en la mayoría de sus intervenciones los bomberos. Los responsables últimos de la muerte del animal son sus propietarios.