La dirección del Instituto Antonio Sequeros de Almoradí tuvo que aclarar ayer con una circular a los padres que la exención de la asignatura de valenciano en los cursos de bachiller no disminuye la cuantía de la beca estatal que se puede pedir para ese ciclo. El centro indicó a través de la web familia que los padres de alumnos de bachiller se olvidaran de otra circular, remitida solo 24 horas antes, en la que era la misma dirección la que advertía que la administración podía considerar que la exención en valenciano -el no impartir la asignatura- como una matrícula parcial en el curso y por lo tanto penalizaba a la hora de recibir la beca.

El escrito provocó confusión y preocupación en la comunidad escolar, e incluso ya había desatado las acusaciones de «chantaje» e «imposición» de la Generalitat ya que la circular corrió como la pólvora entre grupos de whatsApp, no solo de Almoradí también de la Vega Baja. La dirección rectificó a mediodía de ayer después de que la Dirección Territorial de Educación se lo reclamara al IES, especialmente por tratarse de un tema tan sensible en la comarca de Vega Baja como la enseñanza en valenciano.

Ni el fondo ni la forma de la circular del pasado lunes son las convencionales. Las ayudas de enseñanzas no obligatorias para bachillerato son las que concede el Ministerio y tienen carácter estatal . La Generalitat se encarga de su tramitación sin modificar las bases y los centros educativos no suelen participar en su administración.

Además la circular se envió cuando el plazo para completar las solicitudes ya había terminado el pasado día 3. Y por último, pedía la firma expresa de los padres para que fueran conscientes de una circunstancia que la Generalitat reitera que no se da: la matrícula de alumnado exento de valenciano en una zona castellanohablante se considera completa.

La ley de Normalización Lingüística de 1983 recoge el derecho del alumnado de zonas castellanohablantes a pedir esa exención. Y ese era el argumento de los padres, muchos de ellos opuestos al decreto de plurilingüismo de la Generalitat, para no entender la circular, que por otra parte, sugería que solo trasladaba unas instrucciones que recibía de la Generalitat.

El porcentaje de exentos en el ciclo obligatorio de Secundaria se ha ido reduciendo en los últimos años en la Vega Baja. La solicitan entre un 10 y un 15% del total de los alumnos de sus 27 municipios.

La disminución de la exención en este ciclo tiene está ligada a evitar una situación paradójica: que un alumno sea exento de la asignatura de valenciano, acogiéndose a su derecho a la exención, y al mismo tiempo esté recibiendo materia en valenciano después de ponerse en marcha el decreto de plurilingüismo hace un par de cursos.

Donde sí se dispara la exención es en bachillerato, en especial en el segundo curso para evitar encontrarse con el examen de valenciano en la prueba de la EBAU de acceso a la universidad. Por evitar la carga que supone una asignatura más y por la supuesta desventaja del alumnado castellanohablante a la hora de afrontarlo en igualdad de condiciones frente a estudiantes que tienen el valenciano como lengua materna, según los colectivos de padres y profesores que cuestionan la enseñanza del valenciano en el Bajo Segura.