La nueva lonja de la Cofradía de Pescadores de Torrevieja se ha estrenado con buen pie este miércoles. La flota de cerco desembarcó a primera hora de la mañana 1.700 cajas de pescado azul, en su mayor parte boquerón y sardina, con algunas capturas de melva y caballa. Además mayoristas y compradores de hostelería, que forman el grueso de la demanda, pagaron un buen precio por un pescado azul especialmente apreciado en los supermercados, pescaderías y restaurantes de la provincia.

La caja de ocho kilos de boquerón alcanzó un valor en primera venta de entre 33 y 35 euros, y entre 22 y 23 euros la de sardina. El predominio de ambas especies en el puerto sostiene la actividad de esta lonja y de una flota foránea que continúa utilizando las instalaciones pesqueras torrevejenses. Solo en el ejercicio de 2021 se desembarcaron mil toneladas de boquerón y quinientas de sardina en el muelle.

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La subasta de la nueva lonja pesquera de Torrevieja se estrena con la venta de 13.000 kilos de boquerón y sardina Tony Sevilla

Quince cerqueros de Murcia y Almería

En estos momentos son alrededor de quince las embarcaciones cerqueras que procedentes de demarcaciones de la Región de Murcia - en su mayoría de Mazarrón- , y en menor medida de otras almerienses como Carboneras, tienen como puerto base el de Torrevieja y subastan sus capturas en la lonja torrevejense. Y ayer la jornada matinal era de estreno.

El trasiego de las embarcaciones y tripulaciones "saltando" las cajas de pescado a tierra, los pitidos de la subasta digital a la baja, el ir y venir de los palés repletos de envases con "nieve", el suelo ya encharcado, y los gritos de la "colla" llenaron por primera vez este espacio dedicado a la comercialización pesquera en el que se ha realizado una inversión cercana a los dos millones de euros.

Desembarco de las capturas de boquerón en la lonja pesquera de Torrevieja TONY SEVILLA

Facturación

A esta jornada inaugural acudieron el patrón mayor Pedro Carmona, el empresario concesionario de la nueva zona de ocio que ha financiado la obra, Enrique Riquelme, y el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón. La lonja de Torrevieja sigue siendo una de las más importantes en la Comunidad Valenciana, con una facturación media de cuatro millones de euros anuales durante la última década. Aunque paradójicamente la flota torrevejense, famosa en el Mediterráneo español hasta los años 70 del pasado siglo, ha desaparecido. Ya no queda ni un solo barco de cerco en activo, y junto a unas pocas pequeñas embarcaciones dedicadas a las artes menores, solo faena una embarcación de arrastre que vende sus capturas en la subasta de la tarde en Santa Pola .

Flota

La continuidad de la actividad viene de la mano la flota murciana y almeriense -en algún caso también de barcos de Málaga-, que encuentran en aguas del sur de Alicante un volumen de sardina y boquerón importante durante casi todo el año, servicios asequibles en la lonja y demanda para vender sus capturas en la subasta a la baja.

La lonja cuenta con una zona de observación -en la imagen en la parte superior- pensada para que los visitantes puedan seguir la subasta TONY SEVILLA

Las flamantes instalaciones cuentan con almacenes para los distintos mayoristas que compran habitualmente en la lonja, servicios básicos para las tripulaciones de los barcos, oficinas de la Cofradía, fábrica de hielo y una zona de observación turística de la subasta que de momento no está operativa. También cuenta con almacenes exteriores para los artes de cada una de las embarcaciones y una explanada de aparcamiento que ayer ya estuvo a punto de llenarse con camiones refrigeradores.

Falta espejo de agua

Las dudas sobre la continuidad de la actividad pesquera, al margen de la ya casi inexistencia de barcos torrevejenses, también se centran en el hecho de que la nueva zona de ocio obliga a renunciar a uno de los muelles de atraque de los pesqueros y la alternativa, el espacio donde se encuentra ahora el museo flotante, es mucho más pequeño y sobre todo cuenta con un margen de maniobra muy reducido. Teniendo en cuenta que ya con el espacio disponible actualmente las embarcaciones se ven obligadas a atracar en muchas ocasiones abarloados en "segunda y tercera fila".

La inauguración formal de la lonja tuvo lugar hace unas semanas con la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Con el traslado definitivo de la actividad a esta nueva edificación, la antigua que se distribuía en dos naves levantadas en los años sesenta tiene los días contados dentro de las obras que se llevan a cabo dentro del plan de construcción de la nueva zona de ocio.

MÁS DE 390 PILOTAJES Y OCUPACIÓN DE PARTE SUELO DEL RECINTO FERIAL PARA LAS OBRAS

A lo largo del mes de noviembre está previsto que se ponga en funcionamiento la Aduana con los funcionarios de Hacienda, Capitanía Marítima, Puertos de la Generalitat y una dotación de la Guardia Civil. Lo que permitirá el derribo de los edificios de la Capitanía y Puertos que jalonan la Aduana, que también ha sido rehabilitada por el concesionario de la explotación de la zona de ocio como condición para hacerse con la concesión a 50 años.

La concesionaria, Empresas del Sol, ha comenzado el hincado de pilotes a 15 metros de profundidad de 390 puntos del terreno para cimentar la zona en la que se ubicará el aparcamiento subterráneo. Un sistema para afianzar con posterioridad la cimentarción dada la composición del terreno, formado por relleno y con un nivel freático a menos dos metros de profundidad en la que desarrollan las obras. En esta operación también se van a emplear sesenta bombeos para poder trabajar en seco. Sobre esta zona de trabajo se van construir las plantas subterráneas del aparcamiento y los seis edificios de la zona de ocio en superficie.

La empresa ha comenzado también a llevar a cabo el vallado perimetral de toda la obra, incluida la que necesita ocupar en el recinto ferial aproximadamente la mitad del suelo que utilizan ahora los feriantes, unos cinco mil metros cuadrados de un total de diez mil. Cuando se lleve a cabo el derribo del edificio de Capitanía y mientras se realizan las obras la feria podrá ocupar en torno a unos 3.000 metros cuadrados en esta zona, para recuperar parte de lo que pierde de forma temporal por la actuación. La empresa espera tener terminado el aparcamiento este próximo verano, sin embargo se estima que el conjunto de la zona comercial no estará terminada y abierta hasta finales de 2023 o principios de 2024.