Los empresarios de atracciones de feria se han encontrado en los últimos días con el vallado perimetral de las obras de la nueva zona de ocio del puerto que reduce la superficie que emplean para instalarse a aproximadamente la mitad. De unos diez mil metros cuadrados a poco más de cinco mil.
La medida estaba prevista en el plan de obras que la concesionaria de la zona de ocio presentó en su oferta a la Generalitat. El Ayuntamiento no lo había advertido al colectivo de feriantes que se han dirigido al equipo de gobierno del PP para exigir explicaciones -se han enterado sobre hechos consumados sobre el terreno-.
Esta modificación tiene un impacto menor en la actividad de la feria que funciona a medio gas durante el invierno. Pero se mantendrá, al menos, hasta mediados del verano que viene. Que los empresarios no conocían esta circunstancia lo refleja el hecho de que una parte de las atracciones se mantiene a día de hoy en la zona correspondiente a la que queda dentro del perímetro vallado, que está prácticamente terminado en casi todo el recinto portuario menos en esta parte de la feria.
Derribos
Para compensar esta merma de superficie una parte de la feria podrá reubicarse, de forma provisional, en el espacio diáfano que el recinto portuario va a ganar con el derribo del edificio de la Capitanía Marítima, previsto para el próximo 25 de noviembre. En torno a 3.000 metros cuadrados de ganancia. La empresa espera tener terminado el aparcamiento este próximo verano, sin embargo se estima que el conjunto de la zona comercial no estará terminada y abierta hasta finales de 2023 o principios de 2024.
A lo largo del mes de noviembre está previsto que se ponga en funcionamiento la Aduana con los funcionarios de Hacienda, Capitanía Marítima, Puertos de la Generalitat y una dotación de la Guardia Civil. Lo que permitirá el derribo de los edificios de Puertos- el 16 de noviembre- y la Capitanía -que comenzará el 25 de noviembre- que jalonan la Aduana, que también ha sido rehabilitada por el concesionario de la explotación de la zona de ocio como condición para hacerse con la concesión a 50 años, junto a la construcción de la nueva lonja.
También en las próximas dos semanas comenzará la retirada de la cubierta de fibrocemento -uralita- de los dos edificios de la antigua lonja y de los dos pequeños almacenes que permanecen todavía en pie en el acceso al puerto tras el derribo de los antiguos locales para los pertrechos de la flota pesquera.
Pilotaje y bombeo
La concesionaria, Empresas del Sol, ha comenzado el hincado de pilotes a 15 metros de profundidad de 390 puntos del terreno para cimentar la zona en la que se ubicará el aparcamiento subterráneo. Un sistema para afianzar con posterioridad la cimentación dada la composición del terreno, formado por relleno y con un nivel freático a menos dos metros de profundidad en la que desarrollan las obras.
En esta operación también se van a emplear 60 bombeos para poder trabajar en seco. Sobre esta zona de trabajo se van construir las plantas subterráneas del aparcamiento y los edificios en superficie. El desfase entre el avance de las obras en la zona de ocio -Paseo del Mar- y la falta de intervención en el área que debe reurbanizar el Ayuntamiento comienza a ser evidente.
