Una vez más, los plásticos se acumulan en una de las barreras de flotantes que hay en el río Segura a su paso por Orihuela, en este caso a la altura del centro comercial Ociopía, de cuya limpieza se encarga el Ayuntamiento. No es una excepción. Organizaciones ciudadanas han advertido de que el grado de contaminación por plásticos de la red de azarbes de la huerta tradicional, del río Segura y de las costa es "completamente inasumible", al tiempo que han denunciado que "la inacción de estos años ha acarreado unos graves daños ambientales muy difíciles de reparar, por lo que no caben mayores dilaciones en la toma de decisiones para paliar esta grave agresión".

En concreto, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), Amigos de Sierra Escalona (ASE), la asociación de vecinos "San Miguel Arcángel" de San Miguel de Salinas y Segura Transparente, que forman parte del Consejo de Participación Ciudadana del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, han dirigido un escrito al organismo que gestiona las basuras de los 27 municipios de la comarca para reclamar dos actuaciones.

Por un lado, que el Consorcio acuerde con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) la instalación de pantallas de retención de basuras flotantes en diferentes puntos de los principales azarbes de la huerta tradicional de la Vega Baja.

Por otro lado, que el organismo que preside Joaquín Hernández, gestione que los gastos de extracción y traslado a vertedero de los residuos retirados de esas pantallas sean sufragados por entidades como Ecoembes o Sigfito, tal y como contempla la Ley 7/2022 de residuos, que se aprobó el pasado mes de abril, que establece que deberán sufragar los costes de la limpieza de los vertidos de estos residuos, así como su posterior transporte y tratamiento.

En este sentido, vecinos y ecologistas han recordado que Hernández afirmó que el Consorcio asumiría los gastos de la retirada de los residuos, en el transcurso de la celebración de un acto del Plan Vega Renhace, el pasado día 21 de septiembre en Daya Nueva, donde se expuso el problema del vertido de flotantes en los azarbes de la comarca.

Por último, los colectivos han subrayado que han sido años de reivindicaciones exigiendo al organismo de cuenca soluciones para "detener la marea de plásticos que se extiende por la red de azarbes y el río Segura hasta acabar en el Mediterráneo", constatando que "en los últimos tiempos hay un claro cambio de actitud de la CHS, restaurando la pantalla de recogida de flotantes instalada en la desembocadura del río Segura y realizando limpiezas periódicas de su cauce viejo, al que desaguan varios de los principales azarbes".

Estas medidas se han complementado con la instalación, en mayo, de ocho barreras de retención de plásticos en los azarbes de riego que desembocan en el tramo final del cauce viejo del río, en colaboración con el Ayuntamiento de Guardamar del Segura, que asume el coste de su limpieza. Con todo, las organizaciones han lamentado que "el problema de la contaminación por plásticos en estos cauces está lejos de resolverse al continuar vertiéndose toneladas de residuos".

La mayor parte de los 6.000 metros cúbicos de basuras flotantes que se acumulan al año en el río y su red de riego a su paso por la Vega Baja se concentran en este tramo final previo a la desembocadura. Los dispositivos de retención están ubicados en los canales de la red de riego tradicional que desembocan en la margen izquierda del cauce antiguo para evitar que envases, botellas y todo tipo de sólidos de origen urbano, y en menor medida, agrícola, la mayoría de plástico, lleguen al tramo final del río y al mar.

Después, en agosto, la CHS dotó de energía a la barrera autolimpiable del río en Guardamar del Segura para frenar la contaminación. La principal reja de retención de sólidos flotantes carecía de alimentación eléctrica desde que se instaló en los años noventa, lo que dificultaba su limpieza.