La superficie que se dedica en la Vega Baja a su joya de la huerta va en aumento. Si el año pasado ganó 300 hectáreas, esta temporada suma 100 más, lo que se traduce en que el cultivo de la alcachofa acapara un 5% más de suelo. En total, son 2.100 hectáreas, que suponen perpetuar la tendencia creciente de la última década, algo que el presidente de la Asociación de la Alcachofa de la Vega Baja, Antonio Ángel Hurtado, ha atribuido a "la creación de la marca para promocionar e impulsar su consumo".

Con buenas sensaciones ha arrancado la temporada con el corte simbólico de la primera alcachofa, que en esta ocasión ha tenido un escenario peculiar: el campus de Desamparados. En concreto, en los campos de ensayo que dedica a esta hortaliza el Departamento de Tecnología Agroalimentaria de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO), de la Universidad Miguel Hernández (UMH), cuando lo habitual es que se produzca en un bancal de los once municipios asociados. El motivo es que este centro para la formación, la innovación y el desarrollo tecnológico del sector agroalimentario en la comarca y en todo el Levante celebra su 50 aniversario.

Así, el encargado de realizar el primer corte ha sido el rector de la UMH, Juanjo Ruiz, que ha estado arropado por un amplio número de alcaldes y concejales de los municipios asociados, entre otros la regidora de la localidad, Carolina Gracia; las empresas de la marca, representantes institucionales y colectivos de la comarca, con una especial participación de la Asociación de Vecinos de Desamparados.

Los agricultores prevén obtener también un aumento en la producción: "Esperamos que ese crecimiento en superficie se traduzca en una cosecha con más kilos", ha manifestado Hurtado, aunque todavía es pronto para aventurarse, ya que esta cifra estará condicionada por "el cambio climático y su influencia en el cultivo", ha añadido.

Al mismo tiempo, ha indicado que "la situación es complicada" por el aumento de los costes de producción y la incertidumbre del consumo por la inflación, factores que marcarán la rentabilidad final de la campaña. También ha reclamado agua de calidad y precios justos en origen, pidiendo "responsabilidad a todos los que intervienen en la cadena alimentaria para que no se cometan abusos", de forma que "todos los hogares puedan disfrutar de esta joya de la huerta".

En este sentido, ha defendido que el precio que deberían recibir los agricultores para obtener rentabilidad y no trabajar a pérdidas debería rondar los 70 céntimos el kilogramo.

Frente a estas dificultades, hay otros determinantes que juegan a favor como "la calidad del producto, la fertilidad de la huerta de la Vega Baja del Segura y la experiencia de los agricultores", ha resaltado.

En la misma línea, el director general de Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, David Torres, ha incidido en la importancia de la alcachofa y de la huerta de la Vega Baja. Ante el aumento de los costes, ha pedido que "tanto los grandes como los pequeños distribuidores tengan esa sensibilidad para que se pague un precio justo a los productores y que también llegue a los consumidores", cumpliendo con la ley de la cadena agroalimentaria.

La vinculación de la EPSO con la alcachofa de la Vega Baja

Por su parte, el padrino de la campaña ha mostrado su satisfacción personal por inaugurar la temporada, porque se ha confesado "un amante de la alcachofa", mientras que a nivel institucional el rector ha subrayado "la estrecha vinculación y colaboración que la Escuela Politécnica Superior de Orihuela de la UMH tiene con la alcachofa de la Vega Baja, tanto en el desarrollo de investigaciones como en la organización de congresos internacionales".

Un año de reconocimientos

La EPSO está teniendo un año repleto de reconocimientos. La Cámara de Comercio de Orihuela le ha otorgado este jueves el premio honorífico Juan Cerdán en la III Noche de la Economía Oriolana. Además, el pleno municipal acordó por unanimidad entregarle la Medalla de Oro de la Ciudad. Ya en mayo, coincidiendo con la semana de San Isidro, patrón de los ingenieros agrónomos y técnicos agrícolas, la EPSO celebró su aniversario, poniendo el énfasis en la formación de más de 7.000 profesionales que han pasado por su aulas, contribuyendo al desarrollo socioeconómico de la Vega Baja.

Además de la presencia del director de la EPSO, Ricardo Abadía, la Diputación ha tenido una amplia representación con las diputadas María Gómez y Ana Serna, también alcaldesas de Almoradí y Albatera respectivamente, y el diputado provincial de Desarrollo Económico y Sectores Productivos, Sebastián Cañadas, que ha destacado la implicación de la institución provincial en la difusión de esta hortaliza, "una de las señas de identidad más importantes de la comarca y del resto de la provincia", en la que se han invertido 30.000 euros en esta legislatura, un apoyo y promoción para impulsar su consumo que también se realiza con el resto de joyas del Mediterráneo, según ha detallado.

Empleo

Asimismo, Cañadas ha insistido en que este cultivo genera en la Vega Baja unos 5.000 puestos de trabajo directos y entre 1.000 y 1.500 indirectos, cifras a las que hay que añadir los que se crean en la industria conservera, que rondan los 1.000 empleos.

Cualidades nutritivas

También ha hecho hincapié en la calidad y las cualidades nutritivas de la alcachofa, "un alimento extraordinariamente saludable por su capacidad antioxidante, sus propiedades digestivas y su poder depurativo y diurético".

Por su parte, Serna ha recordado que la Diputación seguirá reclamando el agua que necesita la provincia, "un recurso esencial para regar nuestros campos y poder cultivar nuestros productos que no dejaremos nunca de reivindicar".