Costas requiere al Ayuntamiento garantizar el acceso a los restos arqueológicos de Punta Prima

El servicio territorial reclama a Torrevieja una actualización del proyecto para poner en valor el cuartel de carabineros del siglo XIX y el refugio antiaéreo de la Guerra Civil, que ha quedado bajo los cimientos de uno de los cinco edificios que se están construyendo, cuya licencia se otorgó con la condición de crear un espacio museístico

Uno de los dos accesos del refugio antiaéreo

Uno de los dos accesos del refugio antiaéreo / Loreto Mármol

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Ya están en pie cuatro de las cinco torres, que albergarán 252 nuevos apartamentos, que se están construyendo en el litoral sur de Torrevieja, el último tramo libre sin edificar en el linde con el municipio oriolano. El terreno, de unos 20.000 metros cuadrados y con una fachada al mar de 300 metros, es urbanizable desde 1965, algo que recogió el PGOU de 1986, aún vigente. Un proyecto urbanístico polémico que comenzó a tramitarse durante el anterior mandato y que incluso se paralizó en 2017 por afectar al antiguo cuartel de carabineros del siglo XIX y al refugio antiaéreo de la Guerra Civil.

Ya en 2018 se retiraron los escombros y precintaron los accesos para evitar el deterioro del conjunto arqueológico -aunque desde entonces no se ha vuelto a actuar sobre unos restos que siguen abandonados- y en 2019 se condicionó la licencia de obra a un estudio arqueológico, así como a su protección y puesta en valor para que sea un espacio museístico.

El Ayuntamiento solicitó en marzo la concesión a Costas, ya que este patrimonio histórico se encuentra en dominio público terrestre, mientras que el servicio territorial, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, respondió en mayo requiriendo a la administración local una actualización del proyecto que detalle cómo va a quedar el conjunto, sobre todo en lo referente al cerramiento y régimen de acceso al refugio.

En el centro, parte del refugio de la Guerra Civil "encapsulado" en los cimientos

A la derecha, refugio de la Guerra Civil "encapsulado" en los cimientos / Loreto Mármol

El plan de restauración, que se redactó cuando concluyó la intervención que se hizo para documentar los restos, plantea dudas. No en vano, uno de los edificios se levanta sobre el refugio antiaéreo, bajo sus cimientos, quedando tan solo un acceso de los dos que tiene fuera de la zona privada de la urbanización.

Uno de los accesos al refugio al comienzo de las obras

Uno de los accesos al refugio al comienzo de las obras / Información

Con todo, cuenta desde enero con un informe favorable de la Dirección Territorial de Patrimonio Cultural.

Ahora, la actuación está pendiente de que el consistorio remita nueva documentación a Costas sobre las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad de la visita. Después, la concesión pasaría a junta de gobierno con la previsión de que ejecuten los trabajos de restauración y puesta en valor del espacio a la vez que concluyen las obras de los edificios.

En primer término, restos del antiguo cuartel de carabineros

Restos del antiguo cuartel de carabineros / Loreto Mármol

Al mismo tiempo, se ha publicado "El cuartel de carabineros y la batería antiaérea de Punta Prima (Orihuela-Torrevieja)", de Eduardo López y Juan Antonio Pujol, en la revista "Cuadernos de historia y patrimonio cultural del Bajo Segura", del Patronato histórico artístico de la ciudad de Orihuela. El trabajo da cuenta de un conjunto histórico, escaso en un municipio esquilmado por la construcción, que pasa desapercibido en este lugar frecuentado para el paseo, la bici o el footing, además de ser una zona limitada a los vehículos, pese a comunicar la playa de Punta Prima (Orihuela) con Rocío del Mar (Torrevieja).

Así, describe las construcciones reveladas tras la excavación. El cuartel de carabineros, construido al menos desde 1881 para control del contrabando costero, está formado por un edificio principal y otro de menor tamaño.

Planta del edificio principal del cuartel

Planta del edificio principal del cuartel / Información

Ambos de planta rectangular, el primero fue derribado entre finales de los 50 y comienzos de los 60 del siglo pasado. La mayor parte del pavimento fue expoliado, habiendo zonas en las que se aprecian las huellas de las baldosas arrancadas. El segundo, antes de la intervención arqueológica, estaba sepultado, por lo que su estado de conservación es relativamente bueno, pese a que su progresivo deterioro obligara en 2010 a derribar los pocos muros que permanecían en pie, utilizándose para rellenar el interior del aljibe principal para prevenir accidentes.

Uno de los dos aljibes que forman parte del conjunto histórico

Uno de los dos aljibes que forman parte del conjunto histórico / Información

Junto a este aljibe se observa otro de menor tamaño, ambos conectados a dos pozos de decantación que servían para que el agua reposase y pasase limpia a los depósitos.

Los testimonios orales señalan la presencia de unos lavaderos que disponían de pilas de piedra arenisca, desaguando directamente al mar. Hay que recordar que las mujeres de los caseríos cercanos al cuartel desempeñaban tareas domésticas como el lavado de la ropa del personal militar o la limpieza de las instalaciones. También se sugiere la posibilidad de que hubiese cuadras para los caballos.

La vida de los carabineros

El estudio de López y Pujol describe además la dureza de la vida de los carabineros y el continuo riesgo de enfrentamiento armado. Su presencia suponía llevar el orden público y la seguridad a aquellos solitarios parajes costeros, por donde solía transitar gente de paso, viajeros, comerciantes y los pocos vecinos de las casas de campo dispersas. En 1891, evitaron que "un sujeto natural de Orihuela violara el pudor de una niña de corta edad". Otro episodio cruento ocurrió en la Nochebuena de 1896, cuando un compañero mató a tiros a otro.

Además, los carabineros intervenían en salvamentos marítimos. Fue así como en 1868 prestaron auxilio a los nueve marineros y el capitán de un bergantín prusiano que, habiendo zarpado de Torrevieja, embarrancó en las playas cercanas a Punta Prima. También recuperaban caídas accidentales de mercancía desde los barcos que navegaban por la zona, como ocurrió en 1897 con varios barriles de vino.

Batería de Punta Prima

Poco después de 1928 comenzó a construirse la Batería de Punta Prima, cuyas obras se prolongaron hasta el inicio de la Guerra Civil, para la protección de la base militar de Cartagena. A unos 80 metros del cuartel, hay una edificación de pequeñas dimensiones que podría ser el puesto de vigilancia, así como una caseta, en estado ruinoso.

Además, hay cuatro fosas circulares que podrían ser el alojamiento de cuatro cañones Vickers y el refugio antiaéreo, en un excelente estado de conservación, que es probable que se construyera entre 1930 y 1937. Es probable que también cumpliera la misión de polvorín de las piezas de artillería.

Refugio antiaéreo

Refugio antiaéreo / Información

Con anterioridad a las obras de los edificios, el refugio era accesible, pudiendo recorrer sus 43 metros de longitud, de una a otra de sus bocas. Con más de 30 escalones, está a una profundidad de unos seis metros. El corredor central tiene una altura de 1,95 metros y una superficie útil de 30 metros cuadrados. La intervención arqueológica ha permitido obtener un modelo 3D.

Guerra Civil

Poco se sabe del papel de la Batería Antiaérea de Punta Prima durante la contienda civil. Al estar en la retaguardia, no parece que tuviera actividad. Solo hay constancia de un curioso episodio que tuvo lugar en 1937, en pleno conflicto.

Ante el reiterado encendido de luces nocturnas por parte de la población civil de Torrevieja, el jefe de la baterías antiaéreas de Punta Prima remitió un oficio al alcalde con el fin de que la máxima autoridad local advirtiera a sus vecinos de que se abstuvieran de encender luz alguna que pudiera ser vista desde el mar, ya que podría ser interpretado como aviso a algún barco enemigo de la situación de la batería. 

Edificaciones en el cabo de Punta Prima, con el aljibe al fondo

Edificaciones próximas al cabo de Punta Prima, con el aljibe al fondo / Loreto Mármol

Línea de costa

A partir de los años 60 y 70, con el comienzo del desarrollo turístico del litoral, todo el frente marítimo desde Torrevieja a Cabo Roig está ocupado por diferentes urbanizaciones, siendo prácticamente residual el suelo que no está catalogado como urbanizable y pendiente de desarrollar.

En 1965, se aprobó en esta zona uno de los planeamientos urbanísticos más antiguos de Torrevieja, el plan parcial 1B "Punta Prima", que posteriormente sería modificado en 1983, incorporado al PGOU de 1986 y afectado por la denominada libertad tipológica de 2008, que permite la construcción de edificios de más de cuatro plantas de altura.

Al ser anterior a la Ley de Costas de 1988, que establece una distancia de 100 metros del litoral, en este caso se mantienen los 20 metros desde la servidumbre de paso.