El Gobierno tumba el proyecto de dos macroplantas solares que iban a ocupar 309 hectáreas de Sierra Escalona

El Ministerio para la Transición Ecológica ha rechazado validar desde el punto de vista ambiental el proyecto de dos macroplantas solares presentado por Itel y Bibey porque causaría -dice la resolución-, "impactos adversos significativos sobre el paisaje y sus valores ambientales, en especial, sobre el Paisaje Protegido de la Sierra Escalona y su entorno», sin que las medidas de prevención, corrección y compensación previstas por el promotor "constituyan una garantía suficiente para la adecuada protección del medio ambiente", según figura en el dictamen publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado. Las plantas sumaban una ocupación de suelo de 309 hectáreas.

La resolución no puede ser recurrida porque la evaluación ambiental es un acto de tramitación del expediente. La solicitud todavía debe ser dictaminada por la dirección general de Energía del mismo Ministerio. Sin embargo es improbable que valide la propuesta con una evaluación ambiental en contra realizada por la propia administración estatal competente en su aprobación.

Atitlán

Los proyectos, como avanzó INFORMACIÓN, consistían en la construcción de dos plantas solares y el resto de infraestructuras necesarias para su conexión a la red. El de la planta solar Bibey de 59,794 MWp, formada por 118.776 paneles fotovoltaicos, y la planta solar Itel de 119,916 MWp, formada por otros 242.256 paneles, que contarían con unas superficies valladas de 127,19 hectáreas y 182 hectáreas respectivamente. La iniciativa partía del fondo de inversión de renovables Atitlán, ligado al empresario valenciano Juan Roig.

Era además uno de los más importantes en tramitación de las 25 solicitudes de proyectos presentados en la Vega Baja para la puesta en marcha de plantas fotovoltaicas, sobre todo en el entorno de Escalona, pero también en suelos agrícolas del centro de la comarca. Y es el primero de tramitación estatal - por su importante volumen de ocupación de suelo y generación de energía- que es rechazado.

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Paisaje Protegido

El Ministerio explica que las plantas se proyectaban en el paisaje protegido de la «Sierra de Escalona y su entorno», afectando también a sus inmediaciones, Un espacio que fue declarado en 2018 Paisaje Protegido por la Generalitat. "La Sierra Escalona y su entorno constituyen un ámbito que concentra numerosos valores ecológicos, ambientales y paisajísticos, hasta el punto de constituir uno de los ámbitos más relevantes en el contexto de la Comunidad Valenciana. Estos valores son los que han motivado que su parte central pase a formar parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)", recuerda en su resolución el ejecutivo central.

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Valores ambientales

También indica esta evaluación ambiental desfavorable a los proyectos que los mosaicos de vegetación natural y terrenos agrícolas constituyen una de las señas paisajísticas de identidad para la zona -coincidiendo con el criterio de las alegaciones de Amigos de Sierra Escalona (ASE)- "dando lugar a un tipo de hábitat en el que la alternancia de las formaciones arboladas de pinar con las llanas en que se instalan campos de cultivo resulta de vital importancia para el desarrollo de muchas especies de aves rapaces" que encuentran en este hábitat las condiciones necesarias tanto para anidar en las zonas forestales más resguardadas, como para conseguir alimento en las amplias extensiones cultivadas.

Además, insiste el Ministerio, constituye una de las escasas áreas de dispersión del águila perdicera (Aquila fasciata) que existen en la península. También destacan las comunidades de aves de presa como el aguilucho común (Buteo buteo), el águila culebrera (Circaetus gallicus) o el búho real  (Bubo bubo) . Entre los predadores se destaca especialmente la presencia del gato montés (Felis silvestris), que tiene en Escalona una de las mejores poblaciones del sudeste Ibérico, la gineta (Genetta genetta) y el tejón (Meles meles).

La proximidad del área a zonas húmedas litorales de gran interés como las "Salinas de San Pedro del Pinatar (Región de Murcia), las Lagunas de La Mata y Torrevieja o el Embalse de la Pedrera, enriquece notablemente la avifauna divagante que se puede observar en la zona con regularidad".

Extensa superficie

Sobre el impacto en el paisaje de esta zona que combina mosaico forestal con cultivos de secano, único en la Vega Baja, el Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje de la Dirección General de Política Territorial de la Generalitat Valenciana anticipa en su informe que la actuación, "junto con otras plantas que prevén evacuar al mismo nudo -o subestación elécrica-, ocuparían una extensa superficie de suelo cuyos efectos acumulativos sobre el territorio deben ser evaluados desde una visión global, analizando la capacidad de acogida del territorio, no solo por el consumo de suelo que supone sino por la posible fragmentación del mismo , y la transformación e impacto sobre el paisaje que puede suponer" y rechaza el proyecto.

Visibilidad

En este sentido y considerando los informes autonómicos, a su vez basados en las alegaciones de ASE, se explica que los proyectos no han tenido en cuenta las infraestructuras asociadas como son las subestaciones eléctricas o las líneas de evacuación.

Las instalaciones serían visibles desde el 29% del territorio analizado, "siendo perceptible alguno de los proyectos desde las carreteras CV-949, CV-925 (Orihuela-Pilar de la Horadada), RM-310 (La Pedrera-Alquerías), RM-1 y RM-F56, los núcleos urbanos de Benejúzar, Tabala y Cabezo de la Plata, además de Rincón del Gallego y Las Casas. Añade que se podrían ver afectados algunos núcleos de población dispersos asociados a pedanías del municipio de Orihuela así como urbanizaciones del municipio de San Miguel de Salinas. El efecto acumulativo y sinérgico del global de instalaciones fotovoltaicas en el paisaje del entorno aumenta considerablemente las áreas desde las que cualquiera de los proyectos será visible al aumentar la incidencia visual del conjunto de infraestructuras analizadas.

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La empresa impulsora del proyecto modificó algunas de las características de la infraestructura prevista para intentar sortear la evaluación ambiental negativa pero esos cambios no han convencido a la administración.