La Fundación Miguel Hernández publicará dos nuevas antologías en marzo

La obra del poeta del pueblo, Miguel Hernández, son desde el 1 de enero de dominio público. Es decir, al finalizar 2022, cuando se cumplieron los 80 años de su muerte, han expirado los derechos de autor, en base a una ley de 1879 -a partir de 1987 se estableció un plazo de 70 años-. El oriolano murió de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión alicantina de Benalúa, donde había sido encerrado por las autoridades franquistas.

Se trata de uno de uno de los 174 autores españoles, todos fallecidos en 1942, que a partir de ahora no están sujetos a derechos de autor, según ha publicado la Biblioteca Nacional de España, algo que abre nuevas expectativas sobre la aparición de nuevas publicaciones, ya que se puede editar, reproducir y difundir públicamente.

Así, sus poemas podrán reproducirse libremente, haciendo sus versos aún más universales si cabe. "Es positivo para la difusión de su obra, como ha sucedido con García Lorca", manifiesta Aitor Larrabide, director de la Fundación Cultural Miguel Hernández, que añade que "ya antes era universal y ahora lo será más todavía".

De hecho, la Fundación está ultimando, junto con la asociación cultural Auralaria, la publicación de una antología poética que recoge todas las etapas de Miguel Hernández y que se titula "Todo era azul", con prólogo de Manuel García Pérez, profesor del IES Tháder de Orihuela. Además, la institución colabora con la Fundación Legado Miguel Hernández (de Jaén) en la antología "La Andalucía de Miguel Hernández", con la edición de Juan José Téllez y a cargo de Ediciones Valparaíso (de Málaga). Ambas publicaciones verán la luz en marzo, según avanza Larrabide.

Hasta ahora, el legado del autor de "Viento del pueblo" o "Imagen de tu huella" estaba en manos de la Diputación de Jaén, que en 2013 adquirió por 3 millones de euros más de 5.600 registros, entre manuscritos, poemas y otros documentos. Dos años antes, el Ayuntamiento de Elche rescindió el contrato por el que se comprometía a pagar durante 20 años 150.000 euros anuales para poner en marcha la Fundación Miguel Hernández y 7.000 euros mensuales para la familia en concepto de cesión del legado, que incluye "Nanas de la cebolla", que dedicó a su segundo hijo y que cierra el "Cancionero y romancero de ausencias", el último poemario del autor, escrito en la cárcel en trozos de papel higiénico desde 1938 y publicado en Buenos Aires tras su muerte.

En la misma línea que Larrabide, el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, ha indicado que "esto va a permitir hacer más visible y universalizar la obra de Miguel Hernández, que es el objetivo que nos marcamos cuando adquirimos el legado hernandiano″, señala Francisco Reyes.

La gestión del legado

De este modo, la familia del que escribiera "El hombre acecha" o "Perito en lunas" dejará de percibir los derechos de autor por la venta de la obra. La nuera del poeta de la Generación del 27, Lucía Izquierdo, que lleva 36 años gestionando el legado, desde la muerte de Josefina Manresa, explica que siempre ha priorizado la difusión de los poemas por encima de los intereses económicos. En este sentido, afirma que ha renunciado a cobrar en muchas ocasiones, sobre todo en ediciones para colegios y estudiantes con el objetivo de que dar a conocer la obra y que se leyera más.

En cualquier caso, pese a que expira la obligación de pagar por la publicación o reproducción, continúan vigentes los derechos de imagen, que no prescriben nunca.

Ocho décadas después de su muerte la obra hernandiana, entre la que destaca "El rayo que no cesa", que incluye la "Elegía a Ramón Sijé", es del pueblo literalmente.