SECTOR TRADICIONAL

La lonja de Torrevieja rebasa los 5 millones de facturación con un 45% más de capturas

La flota desembarcó 2.638 toneladas de pescado azul con protagonismo del boquerón y la sardina- La flota de cerco de Murcia, Almería y Málaga sigue escogiendo la subasta de la cofradía torrevejense, que estrenó instalaciones en noviembre

Subasta de pescado azul en las nuevas instalaciones de la lonja pesquera de Torrevieja el pasado mes de octubre

Subasta de pescado azul en las nuevas instalaciones de la lonja pesquera de Torrevieja el pasado mes de octubre / TONY SEVILLA

D. Pamies

D. Pamies

La facturación por la venta de pescado en la subasta de la lonja de Torrevieja ha vuelto a superar el listón de los cinco millones de euros en 2022, un 30% más que en el ejercicio anterior de 2021, según la estadística oficial de la Cofradía de Pescadores.

Los reyes del pescado azul

Un impulso que ya comenzó en el anterior ejercicio de 2021, derivado del incremento en el volumen de capturas. En el muelle pesquero se han desembarcado un total de 2.638 toneladas de pescado azul. Lo que supone un 45% más con respecto al ejercicio de 2021 y con un protagonismo especial para el boquerón -1.479 toneladas y 3,3 millones de euros de precio en primera venta- y la sardina -otras 726 con una facturación de 1,2 millones-.

Muy por detrás en precio y volumen de capturas se sitúan especies que tradicionalmente están presentes en la subasta torrevejense como la caballa del sur (130 toneladas), la melva (126), la bacoreta (54), el bonito (37), la alacha - similar a la sardina pero con mucho menor valor comercial (49 toneladas) en este puerto, o el jurel (22). Y de forma mucho más testimonial especies que requieren otras artes de pesca ajenas al cerco como el emperador -sujeto a cuotas de pesca- (2.221 kilos), la lecha (1.596 kilos) o el pulpo con apenas 500 kilos.

Los marineros de un barco cerquero "salta" las capturas de boquerón del día en la lonja de Torrevieja.

Los marineros de un barco cerquero "salta" las capturas de boquerón del día en la lonja de Torrevieja. / TONY SEVILLA

Recuperación

Las cifras reflejan esa robusta recuperación del volumen de negocio (5.163.712 euros ) sostenida sobre todo en el incremento de las capturas con respecto al ejercicio de 2021: esas 2.638 toneladas frente a las 1.817 de 2021, 1.555 en 2020 -el año de la pandemia en el que la flota redujo mucho su actividad- o las 1.894 de 2019 y solo equiparables a las que se registraron en el año 2018. La clave de las mismas tadica sobre todo en la recuperación del volumen de capturas y venta del boquerón, que sigue siendo la especie más codiciada en el mercado, en especial en temporada alta turística.

Paro biológico y nuevas dependencias

El aumento se ha producido pese a que en este ejercicio el paro biológico, que se realiza para propiciar la recuperación de los caladeros se llevó a cabo a lo largo de dos meses -marzo y abril- en vez de en el mes de diciembre, algo que ha venido bien a la flota este año porque el último mes del año ha sido muy estable climatológicamente y ha llegado con incremento final de capturas importante. Durante el periodo de paro biológico, subvencionado por la administración, las embarcaciones dejan de faenar.

Por otra parte, la Cofradía ha tenido que hacer frente al traslado de la sede de la lonja desde sus antiguas dependencias, ya derribadas, a la nueva nave levantada por el concesionario de la zona de ocio del puerto, y que comenzó su andadura el pasado mes de octubre.

Panorámica de la nueva lonja pesquera construida en una nueva ubicación para permitir el desarrollo de la zona de ocio del puerto ahora en obras

Panorámica de la nueva lonja pesquera construida en una nueva ubicación para permitir el desarrollo de la zona de ocio del puerto ahora en obras / TONY SEVILLA

Flotas que siguen confiando en Torrevieja

La mayor parte de la actividad de desembarco y venta en subasta a la baja de pescado azul en la lonja de Torrevieja se basa en las capturas de embarcaciones de cerco procedentes de puertos de la Región de Murcia y de la provincia de Almería, y en menor medida algunas de Málaga y de forma puntual de barcos originarios de otros puertos alicantinos, valencianos y castellonenses.

Varios factores confluyen para que el desembarco de capturas en la lonja de Torrevieja, gestionada por la Cofradía de Pescadores y dirigida por Pedro Carmona como patrón mayor, siga siendo atractivo para armadores y patrones. En Torrevieja, además de caladeros de boquerón y sardina que escasean en otras aguas, esa flota encuentra una demanda muy activa de pescado azul por parte de mayoristas y cadenas de distribución de supermercados, y en menor medida, pero también importante, de establecimientos de hostelería. Unas tarifas por los servicios básicos necesarios muy asequibles -agua, suministro eléctrico, combustible, hielo…- para embarcaciones y tripulaciones.

Con la inauguración de la lonja el pasado mes de octubre se dispone además de unas instalaciones mucho mejor adaptadas a las necesidades de los trabajadores de la mar con duchas, aseos y zonas de estancia para los pescadores, que en el caso de las embarcaciones andaluzas deben permanecer toda la semana viviendo en el propio barco de pesca. También ofrece mayor superficie de almacenes específicos para los mayoristas.

Las instalaciones también permiten la actividad de las empresas de pesca-turismo en mejores condiciones, con una zona especial de observación de la subasta, que se realiza de lunes a viernes a primera hora de la mañana.

Una flota de camiones de mediana capacidad trabaja a diario en torno la lonja de Torrevieja para el transporte de pescado fresco

Una flota de camiones de mediana capacidad trabaja a diario en torno la lonja de Torrevieja para el transporte de pescado fresco / TONY SEVILLA

Futuro

El futuro del sector pesquero torrevejense está condicionado sin embargo por la ausencia de armadores y patrones torrevejenses. Solo mantienen su actividad con pescadores de Torrevieja embarcaciones de artes menores y un barco de arrastre, el "Samuel Ruso", con base en el puerto de Torrevieja pero que comercializa el pescado blanco en la lonja de Santa Pola. La falta de espacio físico en el muelle pesquero para maniobrar y amarrar las embarcaciones algo que ya ha sido patente en los últimos años cuando se han producido episodios de capturas importantes -como las últimas dos semanas-, será el mayor inconveniente para las embarcaciones que elijan este puerto como base de operaciones, sobre todo cuando el cantil empleado ahora para atracar los barcos se convierta en un paseo con la nueva zona de ocio.