El Gobierno aprueba el plan de inundaciones del Segura con 343 millones para la Vega Baja

De los 840 millones de inversión para el periodo 2022-2027 en toda la cuenca, un 43% repercute en la comarca, donde se incluyen 11 actuaciones, entre ellas en las ramblas de Tabala y Abanilla y el pantano de Santomera, para minimizar los riesgos

Embalse de Santomera en su último desagüe provocado por las intensas lluvias de 2019

Embalse de Santomera en su último desagüe provocado por las intensas lluvias de 2019 / Información

Loreto Mármol

Loreto Mármol

El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, el Plan de Gestión de Riesgo de inundación (PGRI) para la cuenca del Segura, lo que implica una inversión de 343 millones de euros para el periodo 2022-2027 para obras con las que reducir las inundaciones en la Vega Baja; es decir, un 43% de los 840 millones de inversión para toda la cuenca. Este plan contempla proyectos solicitados por el Consell y su Dirección General del Agua para la comarca. De hecho, la Generalitat será la encargada de la ejecución de la mayoría de las actuaciones.

El PGRI de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), cuyo objetivo es reducir los caudales punta que afluyen al llano de inundación, recoge 11 intervenciones en la comarca, como los corredores verdes para la canalización de escorrentías, la rehabilitación y ampliación de la capacidad hidráulica de la red de acequias y la mejora de las edificaciones para minimizar el impacto por inundaciones -en estos casos a cargo de la Generalitat-. Así, los corredores hidráulicos, que serán sostenibles desde el punto de vista medioambiental, tamizarán este territorio de la desembocadura del Segura para que sea menos vulnerable frente a las inundaciones.

La rambla de Tabala, en la DANA de 2019

La rambla de Tabala, en la DANA de 2019 / Información

Por parte del Ministerio se incluyen la presa y el canal de desagüe en la rambla de Tabala, las obras de defensa y restauración ambiental en la rambla de Abanilla y su conexión con el río Segura y el aumento de la capacidad del canal de derivación de la rambla de Abanilla hacia el pantano de Santomera. La DANA de 2019 puso en evidencia su necesidad. La rambla de Abanilla arrasó entonces parte del término de Orihuela con 20 hectómetros cúbicos y puntas de caudal de 500 metros cúbicos por segundo, mientras que la presa de Santomera se llenó con 25 hectómetros en solo 48 horas y los canales de desagüe no dieron abasto.

De ellos, el que está más avanzado es el de la rambla de Tabala en los términos municipales de Beniel (Murcia) y Orihuela, cuya redacción del proyecto para la construcción de la presa y del encauzamiento salió a licitación por 1.071.814 euros. Se trata de una de las prioridades del organismo de cuenca para prevenir las avenidas torrenciales de este cauce que vierte sus aguas al Segura en su margen derecha antes del núcleo urbano de Orihuela. Una prioridad que se ha expresado en el tiempo en un inicio del trámite fechado en febrero de 1992.

El primer ciclo del PGRI (2016-2021) recogía una inversión de 1,7 millones para la Vega Baja en actuaciones solo en materia de estudio, frente a los 343 millones actuales. "Desde el Plan Vega Renhace del Consell recibimos con mucho optimismo que el Consejo de Ministros haya aprobado este plan de gestión de riesgo de inundación, ya que implica una inversión para unas actuaciones muy necesitadas y reclamadas para la Vega Baja", ha señalado su director, Antonio Alonso.

Además, ha recordado que el Consell viene mostrando su compromiso con la Vega Baja con la reparación de infraestructuras dañadas por la DANA de 2019 y con obras con las que minimizar futuras inundaciones, como la elaboración de planes de emergencias municipales, el acondicionamiento de la red de riego y actuaciones para reducir inundaciones pluviales (Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible), entre otras.  

Otras inversiones que repercuten en la Vega Baja

Del presupuesto total, 107 millones se invertirán en la prevención y la preparación con carácter anual de medidas frente a precipitaciones intensas como son el mantenimiento de cauces, limpiezas en ramblas y retiradas de sedimentos.

Además, 110,6 millones son para 13 actuaciones fuera de la Vega Baja pero que repercuten en la comarca por su grado de influencia: encauzamiento y restauración ambiental de las ramblas de Molina de Segura, la presa de Béjar, la restauración y reforestación ambiental de ribera desde el Cenajo hasta la Contraparada y la restauración de los sistemas naturales de laminación en la Cañada de Morcillo.

De forma paralela a la ejecución de obras, el PGRI contempla la elaboración y redacción de estudios, planes y proyectos en la Vega Baja que suman 80,3 millones, como la permeabilización de carreteras nacionales (N-332), autonómicas y provinciales, estudio para la construcción de presas de laminación en las ramblas Balonga-Abanilla, río Chícamo, creación de zonas de laminación y dique en las ramblas de la sierra de Albatera, Crevillent, Orihuela y Callosa, proyecto de diques y zonas de almacenamiento de aguas (Pilar de la Horadada-San Pedro del Pinatar), entre otros.

Mario Urrea, presidente de la CHS, ha destacado que estas medidas -de prevención, protección, preparación y recuperación- han sido consensuadas con las distintas administraciones. A su juicio, es un gran paso en la gestión frente al riesgo de inundaciones y un importante compromiso presupuestario del Ministerio para con la población asentada en la cuenca del Segura, que periódicamente se ve afectada por fenómenos hidrológicos extremos.