XXV años bajo el embrujo medieval

El Mercado Medieval de Orihuela, con 23 ediciones, ha conseguido consolidarse como una referencia cultural y una oferta turística que atrae a gentes de otros municipios y comunidades vecinas. Una tradición consolidada que arranca en 1999, bajo el mandato del alcalde José Manuel Medina. Este año cumple sus bodas de plata, pese a que la pandemia le haya restado dos.

Nació con otro 25 aniversario, en ese caso con el cumpleaños de las Fiestas de Moros y Cristianos, aunque su origen se remonta mucho más atrás, cuando Alfonso X "El Sabio" le concedió a la ciudad en 1272 el privilegio de tener Mercado Medieval. Precisamente, la biblioteca María Moliner alberga estos días una exposición acerca del legado de este rey en conmemoración del VIII centenario de su nacimiento. Una muestra que luego recorrerá los centros escolares del municipio.

Los mercaderes del medievo toman Orihuela

Mercado Medieval Orihuela 2023

El casco histórico se convierte durante tres días en el escenario perfecto para recrear aquella Orihuela de la Edad Media, en torno a las tres culturas -cristiana, musulmana y judía-. Un paseo que es un viaje de regreso a un pasado lejano, con mezclas interculturales que han permanecido, de forma expresa o sutil, en costumbres y tradiciones.

Para la puesta en escena -su organización y desarrollo-, el Ayuntamiento ha invertido más de 100.000 euros en un evento que aúna espectáculo e historia.

Su primera edición "fue una explosión", recuerda Antonio Franco, presidente de la Asociación de Moros y Cristianos en 1999, cuando la junta directiva pensó en poner en marcha una actividad diferente para conmemorar el 25 aniversario de las fiestas.

De esta forma surgió la idea de recuperar oficios antiguos como el del herrero, al mismo tiempo que se atraía a gente de otros municipios. "Hubo un gran despliegue para ambientarlo, con paja por el suelo, caballos y burros", prosigue Franco, que subraya que "el teatro por la calle llamó mucho la atención".

Entonces, el Medio Año Festero tuvo un prólogo que recuperó un sabor antiguo y querido. Por los aledaños de la Catedral, en la Plaza del Marqués de Rafal, calle de la Feria, Soleres y hasta la Merced se extendió el Mercado Medieval en el que los artesanos, ataviados a la usanza de la Edad Media, ofrecían sus productos, muchos de ellos elaborados a la vista del público.

"Tuvo mucha repercusión", afirma. Tanta que se vendía todo, no sin recurrir a la picaresca, incluso a precio de oro. Hasta el pan crudo por dentro, dice Franco, que concluye que a la gente le parecía que el vino era más gustoso porque se vendía en el mercado. "El comercio local vendió más que en plenas rebajas y el parking Entrepuentes se llenó como nunca", rememora.

Entre quienes contribuyeron a su éxito cita a Atanasio Die, que dedicó su vida al teatro y la cultura, y Mª Encarna Galeano, concejala de Festividades.

Después llegó la avalancha de solicitudes de puestos, y así ha cosechado éxitos año tras año hasta hoy, con su característico bullicio y una explosión de olores y sabores. La frescura de lo natural que rezuma en los sentidos. Tomillo, romero, miel, almendras, té, tortas calientes de canela y azúcar, las pastas de dátiles y piñones, de pasas y avellanas. También quesos, pan de higos, panochas y castañas. Jabones, hierbas secas y capazos de esparto. Artesanos que recrean estilos de vida del pasado. Aroma a incienso entre vistosos y coloridos trajes. Dulzainas, juglares y títeres. Música y bailes que son la antesala de las fiestas de la Reconquista.

Mercado Medieval Orihuela 2023

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La Armengola Elisa Gil ha pronunciado este sábado el tradicional pregón desde el balcón del Ayuntamiento pasándole el testigo a la próxima heroína, cuyo nombre se conocerá el día 20.

Veinticinco años después, Orihuela -y toda la comarca- sigue seducida por su Mercado Medieval, en un reencuentro con las raíces de sus tres culturas.