El guardamarenco Rubén Oliver entra en las cocinas de MasterChef con un plato con ingredientes de la Vega Baja

Oliver accedió a la fase final del casting elegido entre los 60 mejores entre más de 70.000 aspirantes de toda España aunque finalmente no obtuvo el delantal blanco - Su plato, “sashimi viajero para Bruno” utiliza langostinos de Guardamar, cítricos de la Vega Baja e influencias viajeras de todo el mundo

El guardamarenco Rubén Oliver

El guardamarenco Rubén Oliver

D. Pamies

D. Pamies

El talent culinario más exigente de la televisión abrió sus puertas a este guardamarenco, publicista de profesión, creador de contenido y amante de la naturaleza y los viajes.

Su plato, “sashimi viajero para Bruno” es un homenaje a su hijo, a la naturaleza, a la aventura y a la vida. Una mezcla de sabores con influencias viajeras y sabores de la Vega Baja, langostinos de su pueblo y cítricos de la huerta.

Inspiración

“Mi plato es un viaje, me inspiró un plato que vi al gran David Muñoz, yo lo metí hace unos años en mi cabeza y en mi mochila viajera. Es la vida que quiero que tenga mi hijo: libre, apasionada y aventurera, un viaje en el que pueda descubrir un mundo sin barreras y disfrutar comiendo, viajando y amando sin perder de vista el lugar que lo ha visto dar sus primeros pasos, sin prejuicios en la combinación de sabores”.

Productos made in Vega Baja

En su intervención ante los archiconocidos cocineros-jurado del programa Pepe Rodríguez Rey, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz el guardamarenco dejó clara su procedencia y la de todos los productos que había empleado.

Rubén Oliver fue escogido entre los 60 finalistas pero no logró el delantal blanco que da el pase para ser uno de los concursantes, en esta edición muchos más que de costumbre.

Como es habitual, los aspirantes de MasterChef cocinan ante los jueces del programa, y se enfrentarán a todo tipo de pruebas en uno de los talent show más exigentes de la televisión.