Anticorrupción reclama cárcel para Bascuñana por cobrar de Sanidad más de cuatro años sin hacer nada

El exalcalde de Orihuela se enfrenta a una petición de tres años de prisión y hasta seis de inhabilitación por prevaricación y malversación. La causa no se sigue contra los cargos públicos que lo propiciaron por prescripción

Emilio Bascuñana en una imagen tomada en abril del año pasado durante su última rueda de prensa como alcalde de Orihuela.

Emilio Bascuñana en una imagen tomada en abril del año pasado durante su última rueda de prensa como alcalde de Orihuela. / TONY SEVILLA

Tres años de prisión, seis de inhabilitación absoluta y otros cinco y medio sin poder desempeñar cargo o empleo público que suponga el ejercicio de las funciones de prestación de servicios médicos en organismos dependientes de la Generalitat. Es la petición de pena a la que se enfrenta el exalcalde de Orihuela Emilio Bascuñana, a quien la Fiscalía Anticorrupción acusa de los delitos continuados de prevaricación y malversación, ambos en concepto de cooperador necesario e inductor, por haber cobrado durante más de cuatro años de la Conselleria de Sanidad sin que conste que desempeñara actividad alguna que justificara ese salario.  

El actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Orihuela, después de que en abril del año pasado fuera desalojado de la Alcaldía tras una moción de censura del PSOE apoyada por Ciudadanos, sus socios de gobierno hasta ese momento, se habría embolsado indebidamente 141.031 euros entre noviembre de 2007 y diciembre de 2011

Una cantidad cuya devolución reclama la Conselleria de Sanidad, personada como acusación particular y quien dio origen a la apertura de este proceso a raíz de una denuncia interpuesta por la dirección general de Recursos Humanos.

Las investigación judicial, que comenzó en 2020, ha permitido al Ministerio Público concluir que el también expresidente provincial de la Cruz Roja, cuando era médico en un centro de atención primaria de Orihuela, fue adscrito a la Dirección Territorial de Sanidad en Alicante «sin que se indicara las tareas ni las funciones que debía desempeñar».

Un adscripción funcional que se fue prorrogando y en la que se hacía constar que mientras permaneciera en esa situación, «percibiría sus retribuciones con cargo al puesto de origen», al que Bascuñana no acudía, pero sin «ninguna descripción de las tareas, trabajos o cometidos que debía desempeñar como tampoco de los motivos que hacían necesario el mantenimiento de esa asignación funcional». 

"Flagrante quebranto de la legalidad"

Anticorrupción sostiene que «se produjo un flagrante quebranto de la legalidad, una adscripción sin quedar acreditados los elementos fácticos y jurídicos necesarios (...), lo que se hizo de forma arbitraria y a sabiendas de lo ilícito de su proceder, y ello gracias al comportamiento de Bascuñana que fue el que, mediante su solicitud, propició la inicial adscripción funcional, la aceptó, pese a saber que no respetaba los parámetros legales, y dio pie a la prórroga con una nueva solicitud, tan ilícita como la primera, la cual también aceptó hasta que fue revocada».  

Presuntas irregularidades que fueron posibles gracias a la actuación de varios entonces altos responsables de Sanidad contra los que no se han podido dirigir las actuaciones por prescripción, según se concreta en el escrito de acusación.

Un escrito en el que se concluye que «de forma indebida al no realizar ningún tipo de prestación a cambio, el acusado se enriqueció injustamente con cargo al erario público al recibir el importe de las retribuciones que le eran entregadas mensualmente por las supuestas actividades que realizaba, cantidades que fueron distraídas de su legítima finalidad al no ser aplicadas a ningún fin público». 

De las presuntas actividades no se ha encontrado rastro.

De candidato «para pasar página» a otro exalcalde del PP con problemas legales 

Emilio Bascuñana llevaba algo más de un año al frente del Hospital comarcal de la Vega Baja y como gerente del Departamento de Salud de Orihuela cuando fue propuesto por el comité electoral del PP de Orihuela para ser el candidato a la alcaldía en las elecciones municipales de mayo de 2015.  

La opción de apostar por un profesional, que había sido también presidente de Cruz Roja provincial, buscaba pasar página del pasado de los populares locales marcado por las implicaciones de la operación Brugal, que dejó sin mayoría absoluta al PP en 2011. 

La lista que encabezó, todavía con una oposición interna en las filas del PP, fue la más votada. Obtuvo 11 concejales pero lejos de la mayoría absoluta. Logró hacerse con la Alcaldía gracias al respaldo de Ciudadanos, que no quiso reeditar su polémico gobierno de pacto con la izquierda. En 2019 los populares volvían a confiar en Bascuñana para repetir como candidato pese a que la polémica -y la investigación judicial- sobre su retribución en Sanidad sin acudir a trabajar ya era un lastre desde el punto de vista de la opinión pública. Con el empuje de Cs en las urnas Bascuñana empeoró los resultados del PP. 

Se quedó con nueve concejales. Tuvo que reeditar de nuevo el pacto con Cs entregando más cuotas de poder municipal, áreas de gobierno, entre ellas la competencia estratégica de la gestión Urbanística a cambio de salvar la Alcaldía. 

Algo que ha mantenido bloqueada la gestión de la Corporación durante casi tres años del mandato que acaba el 28-M. En abril de 2022 sus socios le echaron del gobierno e hicieron alcaldesa a la portavoz del PSOE, Carolina Gracia.

Con esos mimbres y un avance en la causa judicial que Bascuñana siempre negó, su partido lo descartó para un tercer mandato. El PP escogió a José Vegara, con el que Bascuñana mantiene buena relación. 

Todos los alcaldes del PP de Orihuela han estado implicados en causas judiciales: Luis Fernando Cartagena, José Manuel Medina, Mónica Lorente y Emilio Bascuñana. 

Y el alcaldable para la próxima cita electoral se presenta con un juicio abierto por delito fiscal y falsedad documental.