Miles de reacciones por una terrorífica imagen tomada en Orihuela

La fotografía de un episodio que ocurrió a principios de esta semana se convierte en un auténtico fenómeno viral

El cielo abierto en canal, como si un portal a una oscura dimensión se hubiera abierto en mitad de su superficie y una furiosa horda de tinieblas estuviera invadiendo la Tierra. Pero por suerte o por desgracia, el cine nos ha enseñado en múltiples ocasiones que un suceso de este tipo solo se daría en Nueva York, Los Ángeles, Chicago u otra gran urbe estadounidense, no en Orihuela, que eso sí, esta semana ha sido escenario de una lluvia que se podría definir como de otro mundo.

Ese y cualquier otro calificativo se quedan cortos para describir con exactitud el aguacero que cayó de manera súbita y salvaje sobre la capital de la Vega Baja durante la tarde del pasado lunes. Fue un chaparrón breve, de alrededor de una hora de duración, pero de una intensidad desproporcionada, que hizo inútil el uso del paraguas a aquellas personas a quienes la tempestad les pilló en medio de la calle y que se vieron obligadas a buscar refugio bajo cualquier cornisa.

La fuerza de la tromba de agua queda del todo reflejada en una fotografía que se ha convertido en un fenómeno viral durante las últimas horas. Marta Tormo es quien la tomó con su cámara, pero su difusión corre a cargo de la cuenta de Twitter MeteOrihuela, un perfil de divulgación climatológica de cobertura y alcance local, pero cuya publicación en la que aparece la instantánea ha roto todas las fronteras y suma miles de interacciones.

No es para menos. La impactante imagen revela de manera certera la magnitud del diluvio, que visto desde la distancia, es prácticamente un muro, un velo opaco que impide ver más allá y que elimina cualquier posibilidad de otear el horizonte. La escena, en la que la atmósfera parece haberse resquebrajado, posee tintes apocalípticos, pero es en realidad fruto de un reventón térmico. Así es como se denomina el fenómeno meteorológico que causó este violento temporal que se produjo el pasado día 26, y que ha sido el episodio que ha cerrado un mes de mayo histórico en cuanto a precipitaciones en la comarca de la Vega Baja