DANA

Cinco años después de la DANA de la Vega Baja: casi todo sigue por hacer

Las administraciones alertaron a la población y respondieron a la urgencia pero las grandes obras de infraestructuras que deben prevenir y mitigar nuevos episodios de lluvias torrenciales apenas han pasado del anteproyecto 

Así están las zonas más peligrosas ante una nueva DANA en la Vega Baja

Tony Sevilla

D. Pamies

D. Pamies

Cinco años después de la DANA que arrasó la Vega Baja, la riada de Santa María, entre el 11 y el 17 d e septiembre de 2019, queda casi todo por hacer en cuanto a ejecución de las infraestructuras planteadas desde la administración para la prevención y mitigación de los daños catastróficos que provocan históricamente las lluvias torrenciales en el Bajo Segura. 

Laminación

Obras todavía pendientes y de especial relevancia son sobre todo aquellas destinadas al aumento de la capacidad de laminación del cauce del río Segura. La construcción de corredores paralelos, alternativas a los «embudos» de su cauce que suponen los cascos urbanos de Orihuela y Rojales donde la capacidad de la ribera apenas alcanza los 340 metros cúbicos por segundo, cuando las crecidas pueden superar los 500, y la renaturalización del río hasta su desembocadura con la creación de zonas de sacrificio para laminar el agua de los desbordamientos son solo algunas de ellas.

Altura del agua en San Fulgencio cuando ya habían pasado dos días de las lluvias torrenciales

Altura del agua en San Fulgencio cuando ya habían pasado dos días de las lluvias torrenciales / Áxel Álvarez

La rambla de Abanilla y N-332 en Guardamar

Pero también esperan diversas actuaciones para laminar los caudales de las terribles avenidas de la rambla río Chícamo-Abanilla y desviar una parte a Santomera, o la eliminación del efecto barrera que hace la N-332 en la desembocadura del Segura en Guardamar con la ampliación de los azarbes de riego que desembocan en el cauce viejo del Segura.

Ninguna de ellas tiene ni anteproyecto terminado. Solo ha sido adjudicada la redacción del proyecto de la presa de Tabala, sobre la mesa desde 1992 y que permitirá retener la avenida de los barrancos que desembocan por la margen izquierda del Segura entre Murcia y Alicante.. Su ejecución cuesta más de 60 millones de euros. También está en exposición pública un polémico proyecto de dragado de los lodos de la desembocadura del Segura.

La rotura de la mota del Segura a la altura de la acequia del Río en Almoradí arrasó todo lo que se le puso por delante en cientos de metros

La rotura de la mota del Segura a la altura de la acequia del Río en Almoradí arrasó todo lo que se le puso por delante en cientos de metros / Tony Sevilla

Plan de Gestión de Riesgo de Inundación

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo dependiente del Gobierno de España, tiene comprometidos 840 millones de euros en el Plan de Gestión de Riesgo de inundación (PGRI) en la Cuenca del Segura hasta 2027 -343 en la Vega Baja-, sin que se hayan iniciado las principales actuaciones.

La Generalitat del anterior Gobierno del Botànic se encontró con las limitaciones de actuación en terrenos de dominio público para intervenir directamente y puso en marcha el Plan Vega Renhace con impulso a la investigación al fenómeno de las DANA, subvenciones a los municipios para proyectos de drenaje sostenible (31 millones de euros) y ayudas directas a 8.000 familias afectadas por los daños en bienes de primera necesidad -20 millones de euros-. El actual Consell diluyó la continuidad del plan cambiándole el nombre y suprimiendo el presupuesto con medios personales para ejecutarlo.

Bloqueo de los ayuntamientos

Pero han sido los propios ayuntamientos, los 27, en consenso unánime sin distinción ideológica, los que reclamaron paralizar el Plan de Acción Territorial de la Vega Baja que pretendía poner orden en la ocupación acelerada del territorio, en atención al sector inmobiliario, indispensable motor económico de la comarca.

El Consell cedió. Una vez pasado el drama de las inundaciones, los ayuntamientos, se empeñan en esquivar proyecto tras proyecto, ya sea un polígono industrial, una gasolinera, una ciudad deportiva o una urbanización, las limitaciones que impone desde 2003 a la construcción el Plan Territorial Frente al Riesgo de Inundaciones (Patricova). Si el plan señala que se puede dar una inundación con una cota inundación de hasta dos metros -el Patricova señala con el mayor riesgo de inundación casi toda la llanura de la huerta-, el promotor eleva el terreno dos metros y elude el rechazo el proyecto, con el inconveniente de que el agua tendrá que buscar otro camino para evacuar. Pronto se olvidaron las gravísimas consecuencias de la DANA de 2019.

Dos vecinos avanzan por las calles anegadas de agua de Dolores en septiembre de 2019

Dos vecinos avanzan por las calles anegadas de agua de Dolores en septiembre de 2019 / Áxel Álvarez

Solo como ejemplo, la imagen de los cientos de coches de un concesionario arrastrados por la rambla de Abanilla en Orihuela que dio la vuelta a España se podría repetir con otro episodio similar porque el Ayuntamiento oriolano no se ha atrevido a mover esa actividad económica del sitio.

Septiembre de 2019

Aquel septiembre, con un episodio de gota fría en el que se registraron hasta 521 l/ m² en dos días en Orihuela, las pérdidas materiales en cultivos, daños en infraestructuras básicas y viviendas fueron multimillonarias. Solo el Consorcio de Compensación de Seguros tuvo que hacer frente a un desembolso de 214 millones de euros en indemnizaciones por daños

Pese a que las aguas anegaron más de 550 km² cuadrados -en algunas zonas de la huerta durante meses-, las víctimas mortales se redujeron a dos a pesar de vivirse situaciones extraordinariamente complejas. 3.500 personas fueron evacuadas, muchas de ellas con rescate aéreo por helicóptero.

La rotura de la mota del río Segura en Almoradí dejó escapar más de 20 hm² de agua y la rambla de Abanilla arrasó con el polígono industrial de Puente Alto y zonas aledañas de Redován y El Escorratel de Orihuela.

Un día antes

El día 11 de septiembre el entonces president, Ximo Puig, se reunió de urgencia con los consellers de Justicia, Educación, Sanidad, Política Territorial y representantes de Servicios Sociales y Medio Ambiente. Para ese momento ya se han tomado medidas, como la suspensión coordinada de las clases para por los ayuntamientos, el refuerzo del 112 en un 12 % en las salas de atención (uno de los centros que quedó colapsado ante el aluvión de avisos telefónicos el pasado día 29) o el protocolo de atención a dependientes o sin hogar.

Ese mismo día, 24 horas antes del impacto de la DANA, se convoca el Cecopi -centro de coordinación integrado- de toda la Comunidad Valenciana.

La Generalitat, a través de la Conselleria de Educación y en coordinación con los ayuntamientos había suspendido toda la actividad docente en la comarca el día antes de que comenzaran las lluvias torrenciales de la gota fría y la Unidad Militar de Emergencias entró en Orihuela horas después de las primeras lluvias torrenciales, el 13 de septiembre porque había sido movilizada un día antes.

Los vecinos de la Vega Baja, con experiencia en este tipo de situaciones, tomaron precauciones y el tupido sistema de riego tradicional ayudó a laminar la avenida, porque la comarca, al margen de la rambla de Abanilla, es en sí una inmensa llanura aluvial, donde el agua se queda sin poder desaguar al mar, no arrastra. 

La UME llegó a Orihuela y el resto de puntos de la Vega Baja solo horas después de que se produjera el primer episodio torrencial

La UME llegó a Orihuela y el resto de puntos de la Vega Baja solo horas después de que se produjera el primer episodio torrencial / Áxel Álvarez

Administración autonómica y la CHS reaccionaron a la necesidad urgente de reparación de infraestructuras básicas como el arreglo de las motas del río y los azarbes principales, la reparación de la red de riego, en espacial la situada a cola del Segura en Dolores y Catral, la adecuación de la rambla de Abanilla en Benferri o la reparación del canal del derramador entre el embalse de La Pedrera y Jacarilla. Pero hasta ahí han llegado las obras. Las demás siguen en la nube de algún repositorio creado desde la Plaza de Fontes, sede de la CHS en Murcia. 

Tracking Pixel Contents