Orihuela cede una parcela en Los Altos para un segundo centro de salud en el litoral

El equipo de gobierno de PP y Vox en Orihuela sigue apostando por la construcción de un segundo centro de salud, pese a que la Generalitat Valenciana, en un reciente escrito a la organización vecinal Unidos por la Costa, se mantiene firme en la ampliación del ambulatorio de Aguamarina.

Por su parte, la asociación, que defiende la necesidad de ambas actuaciones, ha dirigido una pregunta en el pleno para que se aclare qué se estánegociandoo con la conselleria. Ha sido el propio alcalde del municipio, Pepe Vegara, el encargado de contestar este miércoles, sosteniendo que el equipo de gobierno está trabajando con el departamento que dirige Marciano Gómez para que se construya un segundo centro de salud en la Costa, ya que, según ha explicado, "la ampliación de que hay podría ser excluyente y podría ser insuficiente".

"La negociación sigue en marcha, y además va por muy buen camino", ha afirmado. Así, ha avanzado que ya le han ofrecido al Consell un terreno. Según ha podido saber este periódico, se trata de una parcela de 12.000 metros cuadrados en el sector H-1 Villa Rosa de Los Altos. En concreto, se ubica entre las calles Beduinos y J'Alhamed.

Este solar municipal se encuentra cerca del que ya ofreció en su día el exalcalde popular Emilio Bascuñana, en la parcela UR PAU 20 en La Ciñuelica, al norte de Orihuela Costa y lindando con Torrevieja, con 10.693 metros cuadrados.

Hace un año, el gobierno local de Orihuela rechazó la ampliación y reforma del centro de salud de Orihuela Costa, que estaba a la espera de que se licitara la redacción del proyecto tras la cesión de una parcela contigua. En su lugar, reclamaba la construcción de un segundo centro de salud que, aseguraba, respondería mejor a las necesidades sanitarias actuales del litoral oriolano.

De este modo, la Concejalía de Sanidad, que dirige la edil del PP Irene Celdrán, quiso retomar el proyecto que planteó hace cuatro años la entonces concesionaria del Departamento de Salud de Torrevieja, Ribera Salud, antes de que el Botànic lo pasara a la gestión pública directa.

Sin embargo, la conselleria siempre ha apostado por la ampliación de las actuales instalaciones. Con todo, tal y como respondió conselleria a los vecinos, "en la actualidad, dicho proyecto se encuentra paralizado temporalmente, pues la situación patrimonial de la parcela donde se prevé realizar la ampliación del centro está pendiente de regularización". En cualquier caso, añadía, "nos consta que el Ayuntamiento de Orihuela está llevando a cabo las preceptivas gestiones para dar solución a esta cuestión lo antes posible". 

Unidos por la Costa ha realizado otra pregunta en el pleno que ha levantado polvareda a raíz de la subida de la tasa de recogida de basuras, que multiplica por tres el precio actual, y "lo hace con un servicio desastroso que todos los vecinos de la Costa sufrimos día a día", han expuesto.

"Nuestra pregunta ha sido censurada", han lamentado los vecinos, ya que solo se ha leído el primer y último párrafo. El portavoz de Ciudadanos, José Aix, ha preguntado al alcalde el motivo por el que no se ha leído completa, a lo que ha respondido que ha sido decisión suya como presidente del pleno porque la argumentación se excedía de tiempo y porque no guardaba relación con la pregunta formulada y por ello no aportaba nada.

Mientras tanto, han añadido los vecinos, el concejal de Costa, Manuel Mestre (Vox), sonreía. "La pregunta tenía la duración de tres minutos que el reglamento orgánico concede a los ciudadanos o a sus asociaciones representativas para poder realizar intervenciones", han afirmado desde la organización.

En la junta de portavoces previa al pleno, Mestre expuso que si la pregunta se leía, él y su grupo se ausentarían, ya que le parecía insultante e intolerable. Según Unidos por la Costa, el equipo que gestiona esta asociación viene sufriendo desde hace meses "presiones y ataques por la labor que viene desempeñando". Así, sostienen, que se les etiqueta de partidarios de una opción política, estar en contra de los partidos que gobiernan democráticamente en el municipio, obstruccionistas, de no colaborar para la solución de los problemas, no ser de confianza, de inventarse una realidad que no existe, buscar siempre el lado negativo de las cosas, no querer apoyar la segregación, no ocuparse de los temas que realmente preocupan a los vecinos, querer perjudicar a los empresarios y de no representar a nadie.

"Quitarnos la voz -como ha sucedido en el pleno- es un ataque frontal a los derechos ciudadanos y a la propia existencia de una asociación de vecinos", han concluido.