Asesinato de una menor en Orihuela Costa: Cloe y su presunto asesino mantenían una relación "muy tóxica"

Banderas a media asta en el IES Playa Flamenca de Orihuela Costa, donde la comunidad educativa está conmocionada después de conocer el trágico suceso que acababa con la vida de una alumna de 15 años a manos de su exnovio, de 17, y también alumno del instituto. 

A primera hora de la mañana, cuando aún no era oficial, los profesores han comunicado al alumnado lo ocurrido. Los casi mil alumnos del centro se han concentrado en el patio y han guardado unos minutos de silencio en recuerdo de Cloe, que iba a 4° de la ESO. Él cursaba 1º de Bachillerato hasta que se cambió a Formación Profesional en el turno de tarde.

"Es horrible", dice una profesora, que no ha podido articular más palabras.

Las clases no se han suspendido, pero algunos compañeros han pedido llamar a sus padres para que fueran a recogerlos. Llantos y abrazos han sido unas de las estampas que se han repetido entre un alumnado en shock.

Desde la junta directiva del centro señalan que ya han pedido a conselleria asistencia psicológica tanto para los alumnos como para los docentes. Una de las orientadoras cuenta que Cloe era una chica de 15 años como cualquier otra, con todos sus sueños por cumplir. Los menores, añade, no logran entender lo que ha pasado. Se necesitará al menos un año de trabajo para que encajen lo acontecido, prosigue.

También van a realizar algunas charlas sobre violencia machista, aunque ya estaban programadas a demanda antes de lo sucedido.

Los dos jóvenes mantenían desde hace un año una relación "muy tóxica", relata a este periódico una de las amigas de Cloe, que también subraya que recibía maltrato psicológico y físico por parte de él, que además "le puso los cuernos". Pero ella no denunció "porque tenía miedo", añade.

Cloe y su presunto asesino lo dejaban y volvían como en una especie de círculo vicioso. Ella decidió dejar la relación definitivamente hace dos días. Este domingo quedaron para hablar. Fue entonces cuando pasadas las 20:00 horas le asestó una cuchillada que le cortó el cuello.

La menor, malherida y agonizando, recorrió unos 200 metros desde la calle Mercurio hasta la vivienda de su hermano en Venus, número 13, a través de un pasadizo de medio metro de anchura que comunica ambas vías. Este lunes aún se apreciaban los rastros de sangre en ese tortuoso camino en busca de auxilio. Un pasaje del terror con la huella de la mano de Cloe ensangrentada en la pared, casi a ras del suelo. 

Su hermano la trasladó en estado grave al Hospital de Torrevieja, donde murió poco después, marcando a dos familias y a toda la sociedad en la víspera del día internacional por la eliminación de violencia contra la mujer.

"Tengo una mano en el cuello que con sutileza me impide respirar. Puedo oler el miedo y se acerca. Tengo un nudo en las cuerdas. Me cuesta andar. Pero dibujé una puerta violeta en la pared. Y al entrar me liberé. Corrí, grité, reí. Sé lo que no quiero. Ahora estoy a salvo". Es parte de la canción La puerta violeta, de Rozalén, cuyo estribillo ha sonado este lunes en el centro educativo en lugar de la campana.

Pero Cloe no pudo escapar. "Una flor que se marchita. Un castigo que se me impone. Un verso que me tacha y me anula. Tengo todo el cuerpo encadenado. Las manos agrietadas. Se reabre la herida y me sangra. Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza".

Un mural 25N preside la entrada al edificio educativo, con mariposas violetas en las que han dejado mensajes de recuerdo y cariño hacia Cloe: "Te merecías lo mejor, vuela alto".