Orihuela reactiva mil nuevas casas en una de las pocas zonas sin desarrollar de Mil Palmeras
La Concejalía de Urbanismo lleva al pleno una propuesta para remitir la documentación a conselleria para obtener la declaración ambiental de un sector, entre los cauces del Barranco Rubio y la Cañada Hermosa, que tiene 6,6 hectáreas en riesgo de inundación

Imagen de la zona a transformar. Al norte Campoamor, abajo la zona oriolana de Mil Palmeras. A la derecha los bloques construidos de forma ilegal en dominio público de Costa en los años 80 / Información
El equipo de gobierno de PP y Vox en Orihuela desatasca el plan parcial del sector B-1a "Mil Palmeras", que contempla la urbanización de 159.000 metros cuadrados, en segunda línea de costa, con capacidad para acoger 954 nuevas viviendas en una de las pocas zonas sin desarrollar del litoral oriolano.
En concreto, el concejal de Planeamiento, Matías Ruiz (PP), lleva al pleno del próximo jueves una propuesta para aprobar, a efectos ambientales, la documentación que hay que remitir al órgano ambiental autonómico para la emisión de la Declaración Ambiental y Territorial Estratégica, cumpliendo así con lo requerido por el Servicio de Evaluación Ambiental Estratégica, que en mayo del año pasado, ante una consulta del Ayuntamiento, le hizo saber que para avanzar en los trámites debía pasar por el pleno para después remitir toda la documentación exigida en cuanto a informes sectoriales, por ejemplo, sobre la fauna y flora.
Fue en noviembre de 2022, con el bipartito de PSOE y Ciudadanos, cuando el entonces concejal de Urbanismo, José Aix (Cs), firmó un decreto, sin pasar por la junta de gobierno, para que la versión preliminar del plan se sometiera a participación pública tras varios informes del urbanizador.
Los terrenos limitan al norte con la urbanización Dehesa de Campoamor, al sur con Pilar de la Horadada, al oeste con la carretera N-332 y al este con una zona de costa consolidada por edificación, que forma parte del sector B-1b, una de las actuaciones urbanísticas más polémicas de las que se han llevado a cabo en Orihuela Costa. Justo en su franja litoral se construyeron a mediados de los años 80 varios bloques en primera línea que ocupaban el dominio público marítimo terrestre al mismo tiempo que se estrenaba la Ley de Costas. El Ayuntamiento permitió acabar prácticamente toda la actuación y después tramitó la modificación puntual número 68 del Plan General.
Iniciada la urbanización de este sector hace más de 30 años, con un expediente complejo y extenso, es especialmente desde el año 2005 y a partir de 2013 cuando se inicia el procedimiento para desarrollar este ámbito. Tras los condicionantes impuestos por la Comisión de Evaluación Ambiental en 2020, así como de las distintas alegaciones e informes sectoriales emitidos durante el trámite de participación pública en 2021, la promotora volvió a presentar informes y una nueva versión con medidas correctoras que volvieron a pasar por exposición pública hace dos años y que cosechó varias alegaciones de distintos colectivos vecinales y ecologistas.
La asociación Amigos de Sierra Escalona (ASE) alegó para que se reclasificara el sector como suelo no urbanizable de especial protección, apostando por un corredor ecológico entre el espacio protegido de Sierra Escalona y la Dehesa de Campoamor y el mar.
El colectivo afirmaba que 6,6 hectáreas tienen riesgo por inundación según el Patricova, 16 hectáreas están dentro del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) y 1.800 metros cuadrados del extremo sureste del sector quedan afectados por la servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre. En este punto, el borrador reconocía que hay una parcela que afecta a la servidumbre de protección, por lo que se proyectaban zonas verdes, piscinas e instalaciones deportivas descubiertas para cumplir con las limitaciones impuestas por la Ley de Costas.
Estos terrenos conforman un área aún sin urbanizar entre la N-332 y el mar, entre los cauces del Barranco Rubio y la Cañada Hermosa. El presidente de ASE, Miguel Ángel Pavón, explicaba que "su aprobación sería un completo despropósito al suponer la continuidad de la irracional apuesta por la colmatación del litoral".
En contra de urbanizar casi 160.000 metros cuadrados para construir cerca de mil viviendas que alojarían a casi 2.400 personas "en un entorno ya masificado", se precisan "urgentemente medidas que detengan la urbanización de los pocos terrenos que aún restan sin urbanizar en la franja litoral de la Vega Baja", proseguía.
Jarilla cabeza de gato
Además de las afecciones territoriales, el proyecto pretende arrinconar en una zona verde urbana más de 1.200 ejemplares de jarilla cabeza de gato, en una zona verde central, de 32.804 metros cuadrados, que se destinará a la conservación de esta especie protegida.
Diez alturas
Contempla también una superficie de 79.537 metros cuadrados de uso residencial -23.861 de protección pública- para 954 viviendas con un número máximo de 10 plantas -cuando en esa zona del término municipal no se superan las tres alturas- en bloques perpendiculares al mar para "mantener las perspectivas paisajísticas y evitar el efecto pantalla", así como un dominio público de 63.766 metros cuadrados con zonas verdes, equipamientos públicos, viales y aparcamientos.
Equipamiento educativo
El plan, que prevé 2.385 habitantes más, proyecta dos parcelas (11.821 metros cuadrados) destinadas a equipamiento público educativo. Según el informe, deberían implantarse un centro de Educación Infantil y Primaria y un instituto de Secundaria para atender a la demanda de puestos escolares que se deriven del desarrollo urbanístico.
Movilidad
El proyecto incorpora itinerarios peatonales y ciclistas de conexión entre Pilar de la Horadada y los núcleos poblacionales de Orihuela Costa, y calcula la necesidad de una reserva mínima de 597 de plazas de aparcamiento público, mientras que las plazas privadas de uso residencial serán 1.193.
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