Vegara en la encrucijada con Miguel Hernández: abstención en el pleno y vinilos en manos de Vox

El Ayuntamiento de Orihuela desvistió el Rincón Hernandiano de los vinilos con simbología republicana que homenajeaban a Miguel Hernández, y la República se coló este jueves en el salón de plenos. Tanto los asistentes, que habían convocado una concentración de protesta en la plaza del Carmen contra las agresiones al poeta por parte del equipo de gobierno de PP y Vox, como los concejales del PSOE y Cambiemos se vistieron con una camiseta roja con el conocido retrato que Buero Vallejo dedicó al poeta sobre una bandera republicana.

La moción presentada por la oposición en bloque -PSOE, Ciudadanos y Cambiemos- ponía en un brete al PP, que se veía obligado de esta forma a retratarse después de la polémica que suscitó días atrás la sustitución de 17 imágenes con referencias a la ideología del poeta, con una intervención que llevó a cabo la Concejalía de Cultura, en manos de Vox, algo de lo que el alcalde Pepe Vegara se había desvinculado alegando que fue "una decisión unilateral" del concejal, aunque, para algunos, no lo hizo de forma contundente.

Esa tibieza se tradujo en la abstención del PP para que se restituyan las fotografías que lucían desde 2012 en la fachada de uno de los edificios que dan acceso al Rincón Hernandiano. Con todo, esto posibilitó que la moción saliera adelante al obtener en contra tan solo los votos de Vox.

En concreto, el pleno aprobó así instar a la concejalía a que reponga los vinilos originales, restaurando las imágenes que ilustran la vida y el legado de Miguel Hernández con el fin de preservar su memoria histórica y su legado cultural, además de instar al Ayuntamiento a "promocionar la memoria histórica de forma rigurosa, respetuosa y completa, sin manipulaciones políticas, asegurando que las figuras históricas como Miguel Hernández sean recordadas en toda su autenticidad y complejidad".

Es un triunfo moral, pero que se vaya a llevar a cabo ya es harina de otro costal. Hay que recordar que las mociones no son vinculantes, es decir, de obligado cumplimiento. Fuentes municipales del PP advierten de que la medida la debe tomar Vox, mientras que la formación que lidera Manuel Mestre se ha limitado a decir que "ahora se seguirá el procedimiento legal".

El debate transcurrió con varios momentos de tensión e interrupciones por parte de los asistentes y de los concejales, lo que hizo que Vegara llamara al orden en numerosas ocasiones y advirtiera de que iba a tener que tomar medidas disciplinarias, como la expulsión de la sala, algo que finalmente no sucedió. Incluso, ante los aplausos en las intervenciones de la oposición leyó la parte del reglamento orgánico del pleno que insta al público a permanecer en silencio y a no manifestar agrado o desagrado hacia lo que expresan los ediles. 

Anabel García (Vox), que sustituye a Gonzalo Montoya en Cultura mientras permanece de baja por paternidad, se empeñó en contrarrestar los argumentos de la oposición de que la verdadera intención de Vox fue diluir la identidad del poeta como figura reivindicativa y compromiso político, leyendo la definición de vinilo y acusándoles de "montar un drama", tildado la moción de "farsa", porque la realidad, dijo, es más sencilla: "Había un vinilo viejo y descolorido que hemos sustituido por deterioro".

También los criticó por usar al poeta como "marioneta política", y los llamó "la oposición de la pegatina, los puristas del adhesivo, los guardianes del vinilo, los vigilantes del decorado, los románticos del rótulo y los paladines de lo efímero".

La memoria de Miguel

Para Isidro Grao (PSOE) es mentira que se cambiaran por deterioro. "Se pueden restaurar o poner nuevos", acotó. Los quitan, a su juicio, porque les incomoda que fuera un comunista y republicano que luchó por un futuro de igualdad, justicia y libertad, lamentando al mismo tiempo que el fascismo que lo mató "sigue teniendo eco en sectores políticos presentes en esta sala".

"Al fascismo no se le discute, se le destruye", manifestó Leticia Pertegal (Cambiemos), haciendo suyas las palabras del anarquista Buenaventura Durruti. "Estamos trabajando para que en 2027 no tenga hueco en este espacio", añadió, coincidiendo con Grao en que hubo "premeditación y alevosía".

Así, Pertegal subrayó que "desde que Vox está en el gobierno, se ha atacado y menospreciado a Miguel Hernández con el beneplácito del PP", tachando los últimos episodios en torno a la figura del poeta de "fanatismo político, ignorancia e incultura" para convertirlo en un "producto comercial y turístico" con unos vinilos que "dan una visión falaz" que incomoda menos a la ultraderecha.

Ataques que han hecho que se haya creado un frente común a través de una nueva coordinadora ciudadana que aglutina a colectivos y partidos políticos, que fue la que convocó la concentración coincidiendo con el pleno. Hay que recordar que hace unos meses, aunque pasó más desapercibido, el área de Cultura ya había despojado de versos y banderas la parte inferior de donde estaban los vinilos.

Mar Ezcurra, de Ciudadanos, criticó que Vox, "con la complicidad y el silencio del PP", trate de "tapar y ocultar" el compromiso político del poeta, que es "una parte indisoluble". A Miguel Hernández, recordó, ya lo callaron una vez, pero "ganó y sobrevivió a sus verdugos".

"Miguel Hernández no solo es vuestro, es de todos", continuó García, que aseguró que van a "defenderlo siempre con independencia de ideologías".

Vicente Pina (PP), comenzó con unos versos del escritor, como viene siendo habitual en sus intervenciones: "Fatiga tanto andar sobre la arena descorazonadora de un desierto [...] tanto la campanada por el muerto". Para continuar defendiendo que el equipo de gobierno ha triplicado la subvención a la Fundación Cultural Miguel Hernández -tras la polémica de quitársela en 2023, algo que enmendó en 2024- y que votaron a favor de una moción para instar a que se inicien los trámites para incluir la Casa-Museo en la red de la Generalitat. Y concluir con que la oposición reparta carnets de hernandiano.

"Vox es el brazo armado de este gobierno, y su idea es acabar con la memoria de Miguel, porque para ustedes ver estas camisetas es como cuando un vampiro ve una ristra de ajos", concluyó Grao, recitando al poeta: "Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta".