Los ecologistas alertan de que se podrían verter aguas residuales sin tratar a la rambla del Estrecho
Los conservacionistas piden a la CHS que no autorice el punto de vertido de la nueva depuradora de las Asomadas, ya que podría tener un impacto negativo en la Sierra de Benejúzar

D. Pamies
La promotora de la zona residencial y del campo de golf de Vistabella, con una superficie de 53,5 hectáreas -22 en Jacarilla y 31,1 en Orihuela-, ha solicitado permiso a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para verter a la rambla del Estrecho aguas residuales tratadas en la nueva estación depuradora de la urbanización Las Asomadas, que se comercializó como Entrenaranjos, en el término oriolano. Según la información pública, el vertido estará compuesto por efluentes tratados mediante procesos depuradores diseñados para cumplir con los estándares establecidos de calidad ambiental.
Sin embargo, el vertido podría alcanzar hasta 5.000 metros cúbicos diarios de aguas residuales no tratadas o insuficientemente tratadas en caso de emergencia, desbordamiento o avería sobre un barranco que atraviesa la Sierra de Benejúzar, pudiendo tener un impacto negativo en este espacio de interés natural, ha advertido Amigos de Sierra Escalona (ASE) y Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), que ha presentado alegaciones para que el organismo de cuenca en ningún caso autorice el punto de vertido propuesto.

El punto de vertido, en rojo, en la cabecera del barranco del Estrecho / ASE
El presidente de ASE y vicepresidente de AHSA, Miguel Ángel Pavón, explica que este punto se sitúa en la cabecera de la rambla del Estrecho, una zona de interés ambiental que se encuentra incluido en suelo forestal (tanto estratégico como no estratégico) reconocido por el PATFOR (Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunidad Valenciana) en el ámbito de la Sierra de Benejúzar.
El tramo afectado forma parte también de un monte público municipal del Ayuntamiento de Benejúzar y de suelo no urbanizable de la Sierra de Benejúzar, protegido a través del vigente planeamiento del municipio. Incluso, hay un informe municipal desfavorable al vertido, firmado por el ingeniero técnico municipal Benejúzar. No en vano, a solo dos kilómetros de Las Asomadas está el paraje de El Estrecho, enclavado en los 3,5 millones metros cuadrados de pinar de Benejúzar.
Asimismo, la versión inicial del Plan de Acción Territorial de la Vega Baja incluyó en la denominada zona 2 (piezas verdes de interés ambiental) del suelo no urbanizable de la comarca el conjunto de la Sierra de Benejúzar, que abarca los términos municipales de Benejúzar, Orihuela y Algorfa.
Soluciones
ASE y AHSA solicitan también que se analicen otras posibles soluciones para los vertidos en caso de emergencia, desbordamiento o avería, como la implantación de depósitos anticontaminación que puedan absorber los caudales vertidos para posteriormente redirigirlos a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Las Asomadas para su adecuado tratamiento y posterior reutilización. "La implantación de estos depósitos siempre será más aconsejable que cualquier vertido que pretenda realizarse al dominio público hidráulico, tanto para evitar afecciones negativas a espacios de interés natural como para optimizar los recursos hídricos disponibles", explican los ecologistas en sus alegaciones.
El Reglamento del Dominio Público Hidráulico regula la autorización de vertidos para garantizar que las aguas residuales tratadas cumplan con los requisitos de protección ambiental. En este caso, la CHS evaluará las características del vertido y su posible impacto en el ecosistema de la rambla del Estrecho.
En 2020, ya se inició un proceso para regularizar la situación urbanística de Las Asomadas. El estudio de impacto ambiental, de 2018, señalaba que la CHS ya concedió autorización para tomar el agua potable de la red del Taibilla y que el campo de golf debería abastecerse a través del agua regenerada procedente de la EDAR a construir para dar servicio también a las 10.000 viviendas turísticas previstas. La Conselleria de Territorio exigía la reserva de suelo en la propia urbanización para la construcción de una depuradora.
Periplo administrativo
Este sector de Las Asomadas fue una de las operaciones urbanísticas más polémicas de la fiebre del ladrillo durante la primera parte de la década de los 2000. La operación fue investigada por la Fiscalía Anticorrupción en un procedimiento que fue archivado. El suelo rústico, que mira a la laguna rosa de Torrevieja y al mar, se reclasificó de una sola vez, al margen del PGOU de Orihuela.
El campo de golf figuraba en las evaluaciones de impacto favorables resueltas, pero su "desarrollo quedaba supeditado" a la disponibilidad de agua de riego procedente de la reutilización de agua depurada, a través de una concesión de la CHS, en la que se indicara el volumen de agua concedido y el uso concreto al que debía destinarse, un requisito que, sin embargo, lo ha obtenido el pasado enero, quince años después de su apertura.
Cuando la Generalitat recibió en 2010 la primera documentación sobre los recursos hídricos con los que iba a contar el campo de golf, que ya estaba prácticamente terminado, advirtió que la depuradora instalada inicialmente para dar servicio a las propias urbanizaciones no era suficiente, y el propio promotor buscó alternativas con otras aportaciones extraordinarias como la antigua depuradora de Benejúzar y la que se iba a instalar en la urbanización. El Consell devolvió la documentación y pidió a la solicitante una alternativa fiable para regularizar la actividad. Antes, la Conselleria de Territorio paralizó a mediados de 2005 la propuesta debido a su "impacto negativo sobre suelo forestal" y porque no contaba, en ese momento, con el certificado de disponibilidad de agua de riego o depurada de la CHS.
La empresa, a través de los ayuntamientos de Jacarilla y Orihuela, comenzó en 2020 a tramitar formalmente la evaluación ambiental. Tras un largo periplo de aportación de documentos y devolución de la tramitación por estar incompleta y no garantizar las concesiones de agua, ha podido certificar ahora esos aportes con dos concesiones autorizadas por la CHS con agua procedente de la depuradora de Orihuela Costa y de la propia depuradora de la urbanización de Las Asomadas, que ahora pretende verter el agua a la rambla del Estrecho.
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