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Un muro y otras deficiencias en la zona de especial conservación de Cabo Roig en Orihuela

El Ayuntamiento lleva tres años sin integrar en el paisaje la reparación del socavón que se produjo con la dana de 2019, en una zona que el Consell ha protegido por su relevancia y que presenta falta de mantenimiento, sin control de especies invasoras y con todo tipo de basura, y una creciente presión urbanística

Muro de contención en uno de los accesos a la playa de La Caleta

Muro de contención en uno de los accesos a la playa de La Caleta / Tony Sevilla

Loreto Mármol

Loreto Mármol

El que fuera bautizado por los vecinos de la zona como "el muro de las lamentaciones" en la playa de Cabo Roig de Orihuela sigue a la espera, tres años después, de su integración paisajística. Esa cuestión pendiente y otras deficiencias reinan en un espacio que el Consell ha declarado como Zona Especial de Conservación (ZEC).

En concreto, el muro con rocas se puso sobre el talud que da a la playa para reparar un socavón de grandes dimensiones que se produjo como consecuencia de las lluvias torrenciales de la dana de septiembre de 2019.

Pese a las constantes demandas vecinales por el peligro que suponía para los usuarios que accedían a la playa, una de las más frecuentadas, por el paseo perimetral con peligro de derrumbe, la reparación, a cargo del Ayuntamiento, no se produjo hasta junio de 2022, previa autorización por parte del Servicio Provincial de Costas, que requería a la Administración local que, una vez reparado, el muro tendría que integrarse en el paisaje en el plazo de un año, algo que aún no se ha llevado a cabo y que cobra importancia en el momento en el que la Generalitat Valenciana ha puesto el foco en esta zona del litoral oriolano, que presenta un estado de conservación deficiente, sin control de especies invasoras, con todo tipo de basura, con invasión de las zonas más delicadas por parte de los visitantes y con un notable impacto de la creciente presión urbanística.

Ahora, el litoral de Cabo Roig ha pasado de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), declarado por el Consell en 2001 para la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres y su posterior inclusión en 2007 en la Red Natura 2000, a Zona Especial de Conservación, con la aprobación de medidas de conservación para responder a las exigencias ecológicas y evitar el deterioro.

Zona Especial de Conservación en el litoral oriolano

Zona Especial de Conservación en el litoral oriolano / Información

Por ello, la organización vecinal Unidos por la Costa, que representa a casi mil asociados, vecinos, propietarios y comerciantes del litoral, ha remitido un escrito a la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio para que tenga en cuenta el estado actual de la zona, ya que el decreto que el Consell ha aprobado recientemente sobre cabos litorales obliga a realizar un inventario y un programa de actuaciones.

El objetivo, dice el escrito, es que la conselleria compruebe las deficiencias y las subsane o inste a hacerlo a la Administración competente.

En este sentido, además de hacer hincapié en el muro, insisten en que la senda peatonal que discurre en el perímetro de la playa de Cabo Roig recibe por parte del Ayuntamiento un deficiente mantenimiento, tanto en la propia senda como en los caminos, escaleras, señalizaciones, vallas, información, limpieza, etc., con derrumbes en un talud que, advierten, si no se reparan urgentemente, podría hacer colapsar el paseo superior, con un riesgo evidente para las personas que lo transitan.

Además, en la zona de especial conservación existe un paraje, llamado la Playa Fósil, que es lugar habitual de bañistas. Su acceso se encuentra muy deteriorado, con serio peligro para las numerosas personas que en verano acceden a esta playa, pese a las numerosas peticiones realizadas al Ayuntamiento para que proceda a su rehabilitación y balizamiento.

Por último, señalan que la ausencia de campañas de comunicación en la Costa hace que el grado de conocimiento por parte de los vecinos y de los visitantes del enclave, de su singularidad y de las normas para su visita sea muy escaso, por lo que, a juicio de la asociación, se desaprovecha un gran activo ambiental, ligado al turismo de naturaleza en una zona de alta demanda turística, al mismo tiempo que el riesgo de deterioro aumenta.

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