La revisión del catálogo de bienes protegidos de Orihuela deja fuera el patrimonio natural y paisaje

El Ayuntamiento se limita a la sección cultural justificándose en que una actualización completa llevaría mucho tiempo

Paisaje de Sierra Escalona

Paisaje de Sierra Escalona / Tony Sevilla

Loreto Mármol

Loreto Mármol

El Ayuntamiento de Orihuela ha iniciado la revisión del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos tres décadas después de su entrada en vigor, pero ha dejado fuera el patrimonio natural y el paisaje. Fuentes del equipo de gobierno indican que estas dos secciones se retomarán más adelante, aunque sin precisar plazos o fechas previstas.

Según la normativa, el catálogo de protecciones diferenciará, al menos, tres secciones -patrimonio cultural, patrimonio natural y paisaje-, aunque cada una de ellas podrá tramitarse de manera independiente. En este sentido, el Consistorio ha comenzado el proceso de participación ciudadana para actualizar la sección cultural, pese a que reconoce que se necesita una actualización integral del documento, que entró en vigor en 1990, surgiendo desde entonces cambios significativos en el marco legal, como la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, y nuevas sensibilidades hacia la protección del paisaje, el patrimonio inmaterial y el medio rural.

El propio documento que maneja la Administración local sostiene que ha quedado "totalmente obsoleto". Dada "la obsolescencia del catálogo actual, se considera necesaria su revisión total", continúa. 

Para ello, barajó la posibilidad de redactar el catálogo completo, con sus tres secciones. Sin embargo, esta alternativa supondría prolongar en el tiempo los plazos de desarrollo del catálogo, considerando más conveniente aprobar de manera individual la sección de patrimonio cultural, ya que "urge la actualización del inventario de bienes y espacios protegidos catalogados, en aras de conseguir una adecuada conservación y puesta en valor de los elementos culturales del municipio". Descartando, así, esta opción por "la premura de la actualización legislativa".

La otra alternativa consistía en no elaborar el catálogo, cayendo en "el error de permitir el deterioro y posible pérdida del patrimonio cultural del municipio, que, al quedar fuera del amparo de la normativa de protección actual, puede verse gravemente afectado por el paso del tiempo, acrecentado por la ausencia de tutela administrativa local y autonómica que haga valer el deber de conservación y rehabilitación de edificaciones".

De esta manera, decidió limitarse únicamente a la sección cultural, desactualizada e incompleta, en base a "la necesidad de defender la protección de los bienes del municipio". Se concluye, por tanto, que en este segmento se necesita una reformulación basada en un estudio pormenorizado del patrimonio municipal en su conjunto que plasme la realidad.

Además, se incide en una especial urgencia en la tramitación, ya que es el propio catálogo el instrumento principal de protección contemplado en la legislación sectorial en materia de patrimonio. Asimismo, a efectos de la posible inclusión de nuevos elementos que aun no teniendo protección específica puedan tener un interés local especial, el catálogo es el instrumento desde el que realizar un análisis comparado, a fin de poder ponderar el interés relativo de unos y otros y realizar una selección de manera justificada.

No en vano, el catálogo presenta importantes carencias en cuanto a la identificación descriptiva y gráfica de los bienes y sus entornos de protección, ya que la escueta descripción y los inexistentes criterios de intervención y planos contenidos en las fichas no son suficiente para asegurar la correcta protección y puesta en valor del patrimonio. Por ejemplo, únicamente añade una relación de los yacimientos arqueológicos sin que esto sirva para definirlos, ubicarlos y establecer su nivel de conservación y grado de protección.

También resulta incompleto al no contemplar todos los elementos de interés patrimonial (arqueológico, paleontológico, arquitectónico, etnológico, histórico y arqueológico civil y militar) del término municipal conforme a los vigentes criterios de protección.

La asociación Amigos de Sierra Escalona ha avanzado que presentarán aportaciones a esta sección del catálogo para que se protejan adecuadamente distintos elementos patrimoniales que se sitúan en la Sierra Escalona y la Dehesa de Campoamor y su entorno.

La torre vigía de Cabo Roig

Ante el llamamiento a la participación ciudadana, la asociación vecinal Unidos por la Costa ha recordado que la torre vigía de Cabo Roig sigue esperando la actuación prometida por el PP en su programa electoral. En estado total de abandono -al menos en su aspecto exterior- y propiedad de un particular, se trata de un Bien de Interés Cultural del siglo XVI. En su interior alberga el restaurante Cabo Roig (cerrado actualmente) la utilizó como bodega hasta hace unos años.

Estado actual de la torre vigía de Cabo Roig, del siglo XVI

Torre vigía de Cabo Roig, del siglo XVI / Unidos por la Costa

El PP se comprometió en las elecciones de mayo de 2023 a formalizar un convenio con el propietario de la torre para su rehabilitación, adecuando sus accesos para que pudiera ser visitada y explotada a nivel turístico.

Camino del ecuador del mandato, "no vemos ningún movimiento por parte del Ayuntamiento, y la torre está cada día más deteriorada por falta de mantenimiento", prosiguen los vecinos, que esperan que este monumento sea incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos y se proceda a su rápida restauración y puesta en valor para su uso y disfrute.

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