MEDIO AMBIENTE
¿Qué hacemos con las cañas invasoras? Un enemigo implacable del río Segura
La CHS publica un manual donde recoge su experiencia de 50 actuaciones para frenar la Arundo donax, que con una increíble capacidad de regeneración, liquida la biodiversidad de la ribera y reduce la capacidad de desagüe del río

El cauce nuevo del Segura tomado por las cañas a su paso por Molins (Orihuela), en una imagen de archivo / Tony Sevilla
La respuesta rápida: cortar y retirar las cañas del cauce del río Segura, sin más, sirve para muy poco. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha publicado el manual de gestión de la caña común. Una especie invasora que la propia entidad de cuenca define como "enemigo implacable" del ecosistema de la ribera del río Segura. En algunas zonas, en especial en la Vega Baja, ocupa hasta el 60 % de la superficie del cauce y está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
Experiencia
Este documento recopila más de 15 años de experiencia trabajando en la gestión y control de la caña común (Arundo donax) en los ecosistemas fluviales de la cuenca del Segura. En él se señala que es una especie invasora que se ha consolidado como una de las principales amenazas para la biodiversidad de los ecosistemas ribereños de las regiones mediterráneas.
En la cuenca del Segura, una de las más alteradas de Europa, esta especie ocupa el 25% de la superficie de las riberas en tramos medios y bajos, superando el 60% en las zonas más degradadas y desplazando al carrizo autóctono, que en ocasiones también hay que limitar en su extensión, según asegura la CHS.
Además de su impacto ecológico, su proliferación supone "un gran reto" para la gestión del agua y la prevención de inundaciones.

Corte de cañas en el tramo final del Segura de Guardamar. La limpieza se realiza de forma anual pero la zona se ocupa de vegetación a los pocos meses. Además, en muchos puntos hay que presevar el carrizo autóctono / Tony Sevilla
Además, consume mucha agua
El trabajo desvela algo que no suele destacarse sobre el impacto ambiental de estas cañas: tiene significativos efectos sobre el consumo de agua, ya que posee un gran poder de evapotranspiración por su rápido crecimiento.
Es capaz de captarla en profundidad en condiciones de estrés hídrico llegando a desecar puntos de agua superficiales, lo cual hace que sea un problema crítico en esta cuenca debido al déficit estructural de la misma", remarca Mario Urrea, presidente de la CHS, en la publicación.
En condiciones de estrés hídrico, la configuración de su sistema radicular a base de rizomas, le permite captar agua en profundidad -hasta dos metros-, por lo que se encuentra especialmente adaptada en ambientes semiáridos. En determinadas situaciones puede llegar a consumir hasta 40 litros por metro cuadrado diarios.
Cortar sin más no es solución
En la cuenca segureña, donde las lluvias torrenciales son frecuentes y pueden dar lugar a rápidos aumentos de caudal, las administraciones implicadas han focalizado sus esfuerzos en mejorar la capacidad de desagüe de los cauces.
"Así, año tras año se destinaban importantes recursos para reducir la densidad de los cañaverales con efectos muy limitados en el tiempo", admite en el prólogo Urrea, reconociendo que esa no es forma de atacar el problema, pese a la presión constante que recibe el organismo público de los municipios ribereños.
Una reclamación que realizan estos con mayor insistencia desde la dana de Santa María de septiembre de 2019 en la Vega Baja y, especialmente, desde la gran riada de Valencia del pasado octubre de 2024.
Durante episodios de avenida, comunes en zonas donde las lluvias torrenciales provocan aumentos repentinos en el caudal, la acumulación de cañas secas puede obstruir el flujo del agua, sobre todo en obras de paso, lo que aumenta el riesgo de inundación.

Bardomeras formadas por el arrastre de cañas tras una crecida del río en tramo urbano de Rojales. Las cañas reducen la capacidad de desagüe y cuando son arrastradas, también en los puentes / E. GEA
La CHS debe actuar todos los años con el método más convencional, el de cortar la caña con maquinaria pesada, en el tramo final del Segura en Guardamar, Benejúzar y aguas arriba del casco urbano de Orihuela, entre otras zonas del cauce en la comarca.
La caña cuenta con una "increíble capacidad regenerativa": puede crecer medio metro en una semana, y dos en treinta días si no se lleva a cabo una actuación complementaria teniendo en cuenta además, que cortar sin más, incluso provoca que crezca de forma más rápida. Al final alcanzan un mínimo de cuatro metros de altura y un máximo de diez.
Bardomeras y quemas
Además, la densidad de caña en zonas dominadas por la especie se traduce en una elevada cantidad de material combustible con un alto potencial de inflamabilidad, mayor todavía cuando la parte aérea está seca.
Pero quemarla, se ha comprobado, tampoco es solución. El problema radica en que la caña común presenta unas características fisiológicas que le permiten sobrevivir y recuperarse después de un incendio.
El rizoma de esta planta, fundamental para su propagación y que llega a alcanzar un metro de profundidad, queda protegido de las altas temperaturas bajo tierra. El fuego no solo no logra eliminar esta planta invasora, sino que su regeneración se ve favorecida, al contrario de lo que ocurre con las especies nativas.
Las cañas secas se desprenden fácilmente y son arrastradas por la corriente. Son las temidas bardomeras en episodios de crecida del río. Estas formaciones flotantes pueden llegar a colmatar infraestructuras de contención de avenidas, así como canales naturales de crecida, y también pueden quedar retenidas en puentes, limitando la capacidad de evacuación de agua con el consecuente desbordamiento del río.

Cauce del Segura a su paso por Benejúzar tomado por las cañas, en una imagen de archivo / Tony Sevilla
50 actuaciones en los últimos quince años
El manual recoge el aprendizaje obtenido tras más de 50 actuaciones de control de la expansión de esta especie en la cuenca del Segura. A partir de esta experiencia, se han identificado las técnicas más efectivas para gestionar los cañaverales y favorecer la recuperación de los ecosistemas ribereños.
Porque las intervenciones, destaca la CHS, deben ir acompañadas siempre a la recuperación del bosque de ribera con la finalidad de generar competencia por los recursos con la caña y otras especies invasoras y limitar así su expansión.
El documento proporciona criterios para seleccionar las estrategias más adecuadas en función de las condiciones específicas de cada zona, además de una estimación de costes y recomendaciones para optimizar los recursos disponibles. Todo ello con el objetivo de favorecer la regeneración de las riberas y garantizar ecosistemas más resilientes y autosostenibles a largo plazo.

Limpieza de la cañas aguas arriba del casco urbano de Orihuela / Tony Sevilla
Herramienta
El manual es, a juicio de la CHS, una herramienta "de gran valor para profesionales, técnicos y responsables de la gestión del medio natural". Su enfoque práctico y basado en la experiencia lo convierte en un recurso útil para diseñar e implementar estrategias eficaces de control y recuperación de riberas, proporcionando un enfoque integrado para la restauración y gestión de los ríos en áreas mediterráneas.
Existen tres técnicas fundamentales para erradicar la caña:
- CUBRIMIENTO. El cubrimiento con la instalación de una cobertura opaca sobre el terreno, que genera condiciones ambientales para debilitar la parte aérea y ocasionar la muerte del rizoma
- EXTRACCIÓN DEL RIZOMA. La extracción del rizoma del suelo y creación de un nuevo bosque de ribera es muy eficaz pero necesita terrenos secos y una elevada capacidad de gestión de la gran cantidad de residuos generados.
- CORTAS REITERADAS. Las cortas reiteradas de la parte aérea se combina con la introducción de vegetación de ribera que compita por los recursos para agotar las reservas del rizoma y necesita un mayor mantenimiento posterior. Por sus características está indicada para tramos pequeños donde se quiera preservar vegetación autóctona y necesita de hasta 8 cortas anuales. Es la más indicada para zonas donde la caña no haya invadido todo el cauce y respeta la vegetación y el suelo de la zona.
El primer método es el más eficaz, sobre todo para las áreas más degradadas con más del 60 % de ocupación de la caña. Es el más rápido en el tiempo pero también el que mayor inversión necesita de entrada, y tiene un elevado impacto visual: los paños negros sobre la ribera. Además, necesita de cauces accesibles a la maquinaria pesada.
Todas las técnicas requieren de un desbroce inicial y continuidad posterior con la introducción de nueva vegetación de ribera como juncos, aneas, lirios acuáticos, zarzas, madreselva, especies de sauce en las zonas más próximas al cauce y adelfas. Con lentiscos, álamos, chopos o tarays en una segunda banda de cobertura vegetal.
El uso de fitosanitarios sería muy eficaz y menos costoso pero entraña riesgos ambientales y la CHS no los aconseja. También se puede emplear el pastoreo pero tiene un alcance muy limitado.

Cubrimiento con lonas opacas del cauce del río en Rojales para "matar" los rizomas de la caña tras su desbroce. Imagen de una intervención reciente de la Generalitat en colaboración con la CHS / INFORMACIÓN
80 kilómetros
En este contexto, la CHS asegura que tiene proyectada una inversión de 20 millones de euros para los próximos 4 años destinados a la restauración de más de 80 kilómetros de riberas.
Esta iniciativa representa "uno de los proyectos más ambiciosos de restauración ambiental que existen en las cuencas españolas, lo que nos acerca cada vez más a la meta de una recuperación integral de la cuenca", según la CHS, que admite que "sigue siendo un proceso largo y costoso, por lo que esta guía no deja de ser una foto fija de lo que sabemos en el año 2024".

Evolución de las cañas tras su corte en el cauce sin otras actuaciones complementarias / CHS
Descargable
Esta publicación, así como otras de interés para los usuarios, están disponibles para su descarga en la página web de la CHS a través del siguiente enlace https://www.chsegura.es/es/cuenca/restauracion-de-rios/publicaciones/.
El volumen está editado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y financiado por la Unión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
La CHS recuerda la colaboración de ONG y colectivos ecologistas, en especial de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), a la hora de llevar a cabo algunas de las iniciativas en los últimos años y a la empresa pública Tragsa.

Uso tradicional de la caña en la huerta / INFORMACIÓN
¿Por qué antes no era un problema?
La caña invasora lleva siglos en la ribera del Segura. Pero es en las últimas décadas cuando se ha convertido en un problema. Y de los grandes. Según recoge el manual de la CHS el aprovechamiento de la caña se remonta a la época pre-romana, con diferentes fines que han ido variando a lo largo de la historia, desde construcción de techados o paredes de cobertizos, fabricación de cañas de pesca, cestas, lengüetas de instrumentos de viento, e incluso aplicación medicinal con el fin de aliviar diferentes dolencias.
Hasta hace unas décadas, era cultivada y se consideraba como un recurso de alto valor en agricultura, empleada como abono, para construir cercados cortavientos o para crear estructuras de fijación del terreno, entre otras aplicaciones. Durante el tiempo que la especie se aprovechó para estos usos, el manejo constante de los cultivos de caña y los cuidados de mantenimiento de la ribera favorecieron que su expansión estuviera relativamente controlada. "El abandono de las prácticas agrícolas tradicionales unido a la degradación de los sistemas fluviales favorece, sin embargo, la expansión descontrolada de la caña y la consecuente invasión de las riberas", remarca el manual.
- Fallece el conductor de un camión al volcar e incendiarse en el túnel de Pilar de la Horadada
- Esto se solucionaba pronto: Paramos, se desabastece el mercado y se dan cuenta de lo que es recortar el trasvase»
- Las playas de Torrevieja, sin hamacas, sombrillas, ni chiringuitos
- Cuando el papa León XIV estuvo en Orihuela para investigar en el archivo del Museo de Arte Sacro
- La exedil de Torrevieja Carmen Gómez acusada de prevaricación asegura en el juicio que es víctima de una venganza política
- Este es el caché de la actuación de Melody en Albatera
- Cinco heridos, entre ellos dos bebés, en un accidente de tráfico en Elche
- Los agrónomos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía advierten que el recorte del trasvase pone en peligro la huerta de Europa