Hace 20.000 años en Albatera

El trabajo de un equipo pluridisciplinar de investigadores ha arrojado luz sobre los inicios de la presencia humana por tierras de la comarca en el término municipal de Albatera. Sus hallazgos son de especial relevancia y trascienden el ámbito local contribuyendo al conocimiento del primer poblamiento humano del sudeste peninsular.

Han descubierto siete localizaciones en abrigos de la Sierra que ofrecen datos novedosos para un periodo de la historia, el Paleolítico Superior, que hasta ahora carecía de registros. 

Primeros humanos anatómicamente modernos

Nos sitúan en el Gravetiense y el Solutrense, en culturas que rebasan los 20.000 años de antigüedad. De entrada esta es una de las novedades más relevantes. Hasta ahora la historia de Albatera tenía su «oficialmente» su punto de partida hace unos 4.000 años antes de nuestra era, en la Edad del Bronce.

Los resultados de este proyecto, sin embargo, permiten remontar a hace más de 20.000 años la llegada de los primeros humanos anatómicamente modernos a estas tierras.

Los investigadores, coordinados por el arqueólogo y técnico de la Universidad de Alicante el doctor Francisco Molina Hernández, el también arqueólogo y profesor de Historia del IES Antonio Serna de Albatera Daniel Belmonte Mas, y la arqueóloga y técnica de cultura del Ayuntamiento de Crevillent Ana Satorre Pérez, no tienen dudas: el hallazgo de útiles realizados sobre sílex, remite indefectiblemente a ese período. Raspadores, buriles, truncaduras, denticulados o puntas de proyectil, son algunos ejemplos.

Cazadores y recolectores

Las puntas de proyectil cobran en este período especial relevancia. Es a partir de este momento cuando se comenzó a emplear el arco y las flechas, una tecnología desarrollada exclusivamente por los humanos modernos, es decir, por nuestros antepasados. Belmonte explica que las tierras de lo que hoy es Albatera, debieron brindar a estos grupos de cazadores y recolectores importantes recursos para su subsistencia; ejemplares de cápridos, en las zonas más escapardas, junto a otras especies que poblaban este territorio, serían abatidas y aprovechadas por estos grupos humanos.

Tecnología

En los trabajos se han empleado las últimas novedades en prospección arqueológica. Un escáner láser terrestre para obtener un modelo digital en 3D del yacimiento, una tecnología de última generación que facilita la realización de la planimetría, las secciones y la planta del abrigo sin ningún tipo de intervención invasiva sobre el yacimiento. Además, se han utilizado drones para completar la prospección y realizar las fotografías aéreas del yacimiento.

Científico

El proceso es especialmente lento y minucioso. Al margen del trabajo de campo, toda la información recopilada debe someterse a un riguroso proceso de análisis y estudio antes de que pueda ver la luz en una publicación de carácter científico.

El Ayuntamiento de Albatera, a través de su Concejalía de Cultura, ha anunciado ya su participación en la fase divulgativa de los trabajos, ofreciendo apoyo y colaboración para realizar, entre otras actividades, un audiovisual en el que se explican relevantes aspectos del yacimiento para la historia de Albatera.

Cambio climático

¿Por qué se instalaron estos humanos del paleolítico en Albatera? La etapa a la que se adscriben estos yacimientos coincidió con el denominado Último Máximo Glacial, un período marcado por la aridez y unas temperaturas especialmente bajas. Las aguas de los mares y océanos comenzó a retirarse dejando una mayor superficie de tierra emergida. El nivel del mar en el Mediterráneo descendió hasta el punto de que Tabarca no era una isla, sino que sería un promontorio o cerro destacado en una llanura próxima a la costa. La playa, por tanto, con respecto a Albatera y resto de tierras del interior, estaba bastante más lejos de lo que está hoy.

Buena parte del norte de Europa quedó cubierta por un casquete polar y permafrost. La fauna de clima frío sirvió de alimento a aquellos grupos de cazadores y recolectores que, huyendo de los fríos extremos de las latitudes del norte, encontraron refugio en la Península Ibérica.

Esa es, señala el trabajo en su primera fase de conclusiones, parte de la explicación que permite entender cómo en momentos de pulsación climática especialmente fría, estas tierras comenzaron a ser pobladas por aquellos grupos humanos con mayor frecuencia.