Esta es la especie que vuelve a colonizar el río Segura y su red de acequias en Guardamar

La nutria europea, el único mamífero semiacuático del continente, llegó a estar al borde de la extinción en la Península Ibérica en el pasado siglo por culpa de la contaminación de los cursos fluviales y la proliferación de canalizaciones, embalses y obras hidráulicas. De hecho, se consideró extinta en la provincia a mitad del siglo XX y fue declarada en peligro de extinción en el primer Catálogo Valenciano de Fauna Amenazada en 1994.

Este animal había desaparecido del río Segura en los años 60 y 70 por la degradación de sus aguas por vertidos contaminantes y residuos sólidos plásticos, lo que provocó una mortandad de los peces de los que se alimenta. 

No en vano, desde la época de Félix Rodríguez de la Fuente se ha considerado esta especie como un biomarcador de la limpieza de las aguas, aunque luego se ha ido viendo que tiene capacidad de adaptación. A nadie se le escapa que, aunque la calidad ha mejorado gracias a un mejor sistema de depuración, son muchas las toneladas de residuos que llegan a la desembocadura y que también pueden verse aguas arriba.

Esta especie de mamífero ha sido capaz de volver a colonizar tanto el río Segura como todo el sistema de azarbes, canales, acequias y los embalses del Parque Natural del Hondo. No es un hecho aislado. Aunque siempre se ha asociado más con ecosistemas del interior y del norte, está volviendo a aparecer en toda la vertiente mediterránea.

Así se constata en el proyecto "Lutra lutra", que está dirigido por la asociación medioambiental Keuper y la Asociación para el Desarrollo Rural del Camp d'Elx-ADR, en colaboración con el proyecto Libera -impulsado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes-.

Ambas entidades están estudiando la población de este mamífero en las comarcas del Baix Vinalopó y la Vega Baja. Durante los últimos meses, han instalado cámaras de fototrampeo tanto en el río Segura, a su paso por Guardamar, como en la red de acequias, azarbes y canales que suben hasta el Parque Natural del Hondo de Elx-Crevillent, constatando que está usando los históricos canales de riego de la Vega Baja para desplazarse, de forma que estos cauces están siendo verdaderas autopistas verdes para una especie capaz de recorrer 20 kilómetros en un día.

En concreto, en Guardamar del Segura han detectado su presencia en el azud y antiguo molino harinero de San Antonio, ubicado en el brazal antiguo del río, a tan solo un kilómetro del mar.

En este sentido, las asociaciones han agradecido tanto al Ayuntamiento de Guardamar como a los guardas fluviales de Confederación Hidrográfica del Segura su colaboración y las tareas de drenaje y rehabilitación de la zona.

Además, miembros de las organizaciones que dirigen el proyecto y voluntarios han realizado transectos para detectar rastros y recoger excrementos con el fin de que el Departamento de Agroquímica de la Universidad Miguel Hernández los analice para determinar el impacto y abundancia de los microplásticos en la dieta de este mamífero siempre esquivo y de hábitos nocturnos.

Su resurrección en este hábitat es una prueba más de la importancia para la biodiversidad de una red de corredores ecológicos bien estructurada entre diferentes espacios naturales, la conservación de canales (acequias y azarbes) de la huerta tradicional, así como ramblas y cauces, por sus valores como zonas húmedas y por constituir un lugar de refugio y alimento de una amplia variedad de especies, como es el caso de la nutria.