RESIDUOS

El Consorcio Vega Baja Sostenible informa a su consejo de participación sobre la planta comarcal de residuos

La entidad pública explicó en esta sesión, que reclamaban los colectivos integrados en el consejo, la necesidad de desarrollar una Planta de Tratamiento Biológico-Mecánico para cumplir con la legislación

Reunión del Consejo de Participación

Reunión del Consejo de Participación / INFORMACIÓN

D. Pamies

D. Pamies

El Consorcio Vega Baja Sostenible ha celebrado una junta del Consejo de Participación Ciudadana, el órgano consultivo conformado por ocho asociaciones ecologistas y ciudadanas del territorio de la comarca.

Tras la última junta celebrada en 2024, el presidente del Consorcio, Francisco Cano, ha querido reunir a las entidades “para explicar e informar, como hemos hecho con los alcaldes y concejales, de los retos fundamentales a los que nos enfrentamos, para garantizar la máxima transparencia y participación”.

La reunión había sido reclamada por los miembros del consejo, entre los que se encuentran Ecologistas en Acción, Segura Transparente, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante o la Asociación de Vecinos de San Miguel, porque el Consorcio tenía la intención de decidir la ubicación de esa planta comarcal sin llevar a cabo esta reunión previa.

Ecoparques

Tras la aprobación del acta anterior, el punto principal de esta sesión ha sido el balance de la gestión realizada, en concreto, las modificaciones realizadas en el plan de gestión del Consorcio. Una de las modificaciones es la creación de una red de ecoparques fijos: el primero, el de Almoradí, se presentó el pasado mes de febrero. Se prevé la creación de 12 ecoparques fijos y 5 ecoparques móviles en el territorio de la Vega Baja.

Legislación europea

La otra gran instalación de residuos prevista es una Planta de Tratamiento Mecánico Biológica (TMB). “Hemos informado también al consejo de participación ciudadana de la TMB, una instalación industrial que nos ayudará a ser autosuficientes en nuestra gestión de residuos,” ha explicado el presidente Francisco Cano. “Se trata de una instalación que nos permitirá cumplir con la legislación europea y dejar de depender de otros territorios para tratar las 200.000 toneladas que generamos anualmente.”

Insiste en que no habrá vertedero, ni incineración

La TMB es una obligación legal, que además supone “una mejora ambiental y económica, ya que nos permitirá reducir nuestros costes de gestión y de combustible actuales, al depender de otras plantas receptoras externas”. Se trata de una instalación exclusiva para el tratamiento de residuos que, según recuerda Cano, “en ningún caso contará ni con vertederos ni con ningún tipo de valorización energética.”

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