Horno del Obispo de Orihuela, más de 170 años horneando tradición

Conocida por sus monas, este negocio tradicional sigue más vivo que nunca, conservando su receta original desde 1850

El próximo 5 de junio será distinguida en la Gala de Empresas Centenarias de la provincia

El local conserva una estética casi intacta desde los años 60 que forma parte del encanto del Horno del Obispo.

El local conserva una estética casi intacta desde los años 60 que forma parte del encanto del Horno del Obispo.

Miriam Vázquez

Miriam Vázquez

En el corazón del casco antiguo de Orihuela, al llegar a la Plaza Santa Lucía, hay un olor que no necesita presentación porque lleva más de 170 años anunciando lo mismo: el Horno del Obispo sigue encendido. Desde 1850, este horno tradicional y familiar no ha parado ni un solo día. Y hoy, a sus 175 años, sigue más vivo que nunca. 

El próximo 5 de junio, su historia recibirá un reconocimiento merecido en la VI Gala del Club de Empresas Centenarias de la Provincia de Alicante, con la invitación a formar parte de este selecto club. Un homenaje al esfuerzo, a la constancia y a una receta que se ha mantenido intacta desde el siglo XIX.

Cuenta la leyenda que el nombre del horno tiene su origen en su proximidad a un antiguo convento, y que era precisamente este horno el encargado de llevar el pan al obispo. Desde entonces, cinco generaciones han mantenido la actividad, transmitiendo no solo el negocio, sino la forma de hacer las cosas. La receta original, que data de 1850, sigue vigente: masa completamente artesanal, sin artificios, con largas fermentaciones y muy pocos químicos. «Se sigue elaborando de la misma manera», afirma el actual propietario, Raúl Torregrosa, quien añade que el sabor característico «lo dan las horas de fermentación y el trabajo».

El relevo inesperado

La receta original sigue vigente: masa completamente artesanal, sin artificios, con largas fermentaciones y muy pocos químicos.

La receta original sigue vigente: masa completamente artesanal, sin artificios, con largas fermentaciones y muy pocos químicos. / .

Raúl Torregrosa no pertenece a la familia fundadora, pero su vínculo con el horno es profundo y precoz. Empezó a ayudar desde los 7 años, y a los 16 ya estaba trabajando oficialmente en el obrador. Con el tiempo, y tras el rechazo al relevo generacional por parte de los herederos legítimos, fue él quien tomó las riendas. Hoy, con 37 años, representa la continuidad de un legado que no es suyo por sangre, pero sí por dedicación. El local también llama la atención porque conserva una estética casi intacta desde los años 60. El mostrador, las baldosas, los estantes… Todo remite a otra época. Este respeto por la historia también forma parte del encanto del Horno del Obispo. 

La mona de Pascua

La Semana Santa es uno de los momentos clave, donde la estrella absoluta es la mona de Pascua.

La Semana Santa es uno de los momentos clave, donde la estrella absoluta es la mona de Pascua. / .

La Semana Santa es uno de los momentos clave, donde la estrella absoluta es la mona de Pascua –también conocida como toña en otras zonas de Alicante–. En esos días, el horno se convierte en una pequeña fábrica artesanal en plena ebullición.

Entre Jueves y Viernes Santo, se llegan a producir más de 3.000 monas al día. El ritmo normal ya es intenso: unas 1.500 piezas diarias, lo que supone gastar entre 700 y 800 kilos de harina. Las hay con huevo cocido, de gallina o de codorniz, con pasas, con chocolate… Asimismo, en esta época del año también se venden entre 800 y 1.000 monas de nazareno, siendo el día fuerte el Viernes Santo, cuando se celebra la procesión general.

Un pequeño obrador, fiel a sus recetas de siempre

Fundado por Manuel Terrés Pérez, este pequeño horno tradicional ha pasado de generación en generación hasta convertirse en un símbolo de la ciudad de Orihuela. Han sido 175 años de trabajo constante, de madrugones, de harina en las manos y de un compromiso con el producto artesano. Hoy, al frente se encuentra Raúl Torregrosa, que asumió el relevo cuando la familia fundadora decidió no continuar. 

Imágenes de la penúltima y antepenúltima generación que  siguió al frente del horno.

Imágenes de la penúltima generación que siguió al frente del horno. / .

Raúl ha sabido mantener su esencia intacta: un obrador pequeño, fiel a sus recetas de siempre, donde el olor lo dice todo. «Es todo un placer que se premie o reconozca esta labor», resalta Torregrosa, agradecido por la invitación a formar parte del Club de Empresas Centenarias de la Provincia de Alicante

Un reconocimiento a casi dos siglos de esfuerzo silencioso, donde lo importante nunca fue crecer, sino resistir sin perder la identidad. Y eso, en estos tiempos, tiene un valor incalculable.

Reconocimiento

El próximo 5 de junio, en la gala, junto al Horno del Obispo de Orihuela, también serán distinguidas otras históricas firmas como Enercoop, Imprenta Segarra, Frutas Gironés, Industrias Seguí y Primitivo Rovira e Hijos. «Es un honor para nosotros que se reconozca el trabajo de tantas generaciones», indica Raúl Torregrosa.

Cinco generaciones han mantenido la actividad, transmitiendo no solo el negocio, sino la forma de hacer las cosas

Cinco generaciones han mantenido la actividad, transmitiendo no solo el negocio, sino la forma de hacer las cosas / .

La gala es organizada por la Asociación de la Empresa Familiar de la Provincia de Alicante (AEFA) y la Cámara de Comercio de Alicante, cuenta con el patrocinio de Cajamar, de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de Alicante, a través de la Agencia de Desarrollo Local, así como con la colaboración de KPMG, Padima, el Museo Comercial y el periódico INFORMACIÓN.

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