Sentirse libre y disfrutar de las vistas aéreas más espectaculares. Ese es el objetivo de quienes se acercan hasta Los Giles, la zona más frecuentada para la práctica de parapente. Son dos los motivos: su cercanía a la capital y sus óptimas condiciones para el vuelo al estar el despegue orientado al Noreste y, por tanto, a los vientos alisios. Desde 500 metros de altura podremos contemplar la playa de las Canteras, Las Palmas... Quienes busquen vuelos más técnicos tienen donde elegir: Silva en la costa norte, Pico Viento en Agaete o la cumbre hacia Tirajana.

Un museo bajo el agua, Lanzarote

Para conocer el Museo Atlántico hay que ponerse primero un traje de neopreno. El motivo es sencillo: sus puertas se abren en un arrecife artificial a 12 metros de profundidad, cerca de la costa sur, en la bahía de Las Coloradas. Hay que ajustarse bien las gafas para contemplar su colección, formada por doce esculturas construidas con materiales respetuosos con el medio ambiente, obra del artista británico Jason deCaires Taylor, que ha conseguido crear una impactante fusión entre arte y naturaleza.

Bucear entre barracudas, El Hierro

La más pequeña de las siete islas mayores posee uno de los mejores fondos marinos del planeta. En su extremo suroccidental se extiende, al resguardo de los vientos alisios, la Reserva del Mar de las Calmas, en el entorno de La Restinga, con profundidades de más de 300 metros. La inmersión estrella es la de El Bajón, con una montaña subacuática de paredes volcánicas y verticales entre las que conviven meros, muriones, barracudas, chopas perezosas y hasta tiburones ballena y mantas diablo. Un banco de peces trompeta espera a quienes elijan la ruta de El Salto, repleta de pequeñas cuevas.

"Trekking" con sorpresa, La Palma

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente ofrece diferentes posibilidades para los amantes del trekking. El sendero de entrada es extenso y de una dificultad considerable, aunque se puede optar por acortar el camino haciendo la ruta desde el mirador de Los Brecitos, a 1.010 metros de altitud, hasta el barranco de Las Angustias (unas tres horas). Es aquí, precisamente, donde se esconde la sorprendente Cascada de Colores, profundamente naranja debido a la abundancia de hierro en sus aguas. Para quien quiera descansar, 500 metros antes hay una poza para darse un chapuzón.

En Kayak a la Isla De Lobos, Fuerteventura

Las focas monje, también conocidas como lobos marinos, fueron en sus tiempos habitantes habituales de este islote situado al noroeste de Fuerteventura, en el estrecho de la Bocaina. Hasta aquí se puede llegar en ferry, pero mucho más divertido es hacerlo en kayak desde Corralejo, en silencio, sin ruido de motores y con gaviotas sobrevolando nuestras cabezas durante los 4,5 kilómetros de travesía. Al llegar nos espera un paisaje casi virgen y aguas azul eléctrico donde conviven tortugas y rayas. El poco calado de las embarcaciones permite el acceso a impresionantes arrecifes.