Las escapadas románticas son el ejemplo perfecto de cómo viajar a destinos de cercanía a la vez que se disfruta de la persona amada. Un fin de semana es más que suficiente para salir de la rutina y descubrir rincones que nos ofrece nuestra geografía. A continuación, presentamos algunos de los lugares más especiales para llevar a cabo una escapada en pareja en nuestro país. Ninguno de ellos será olvidado fácilmente.

Potes, Cantabria

El valle de Liébana es uno de los destinos más turísticos dentro de Cantabria, pero no por ello deja de ser también uno de los más románticos. Potes es la capital de esta comarca, y permite al viajero desplazarse hasta otros puntos cántabros de gran interés, como el monasterio de Santo Toribio de Liébana o el teleférico de Fuente Dé, situado en los impresionantes Picos de Europa.

Lo ideal en Potes es pasear tranquilamente por su casco histórico, admirando las casonas populares de la Edad Media y las calles empedradas que confieren a la villa un aura mágica. Imprescindible también es el paseo que discurre paralelo al río Quiviesa, así como sus puentes medievales. En el centro de Potes se encuentra la Torre del Infantado, uno de los edificios más importantes de Cantabria, delante del cual han montado un punto selfie con un corazón metálico que reza 'I love Potes'. La instantánea romántica está garantizada.

Ribeira Sacra, Galicia

Entre las provincias de Lugo y Ourense se encuentra una de las zonas con más valor paisajístico y monumental de toda España. Se trata de la Ribeira Sacra. Su nombre hace referencia a su situación geográfica, ya que la zona discurre paralela a las riberas de los ríos Sil y Miño, y concentra un gran número de monasterios románicos. Rutas de senderismo por bosques de cuento, un paseo en catamarán por el cañón del Sil o una visita a alguna de las bodegas de la zona son planes perfectos para hacer en pareja.

El vino de la Ribeira Sacra cuenta con su propia denominación de origen y, además, tiene una peculiaridad: la viticultura heroica, como se denomina al proceso de recogida de la uva que se lleva a cabo en pendientes escarpadas. En cuanto a los monasterios, hay casi una veintena para elegir. Pero a la luz del atardecer, el de Santa Cristina de Ribas de Sil puede ser el colofón perfecto a una escapada romántica.

Frigiliana, Málaga

Cualquiera de los pueblos blancos de Andalucía se puede convertir en el destino perfecto para una escapada romántica, pero Frigiliana tiene ese duende que la hace especial. Situada en la comarca de la Axarquía malagueña (una de las zonas menos masificadas de la Costa del Sol), Frigiliana conserva el encanto de los pueblos de trazado árabe, con un suelo empedrado en dos colores y con formas geométricas que recordarán al viajero los bellos adoquinados de las ciudades portuguesas. Además, sus casas escaladas, empinadas cuestas y miradores sobre el Mediterráneo invitan a recorrer este pueblo hasta su último rincón.

Conocida como "la villa de las tres culturas", muchas de las paredes de blanco impoluto recuerdan a través de azulejos la historia de cómo convivieron en perfecta armonía cristianos, judíos y árabes. El toque mágico lo añaden los curiosos teatros de marionetas que hay dispersos por la villa, autómatas que representan una historia dentro de un pequeño escaparate. Y es que Frigiliana es pura magia.

Matarraña, Teruel

Conocida como "la Toscana española", la comarca del Matarraña es una de las zonas más impresionantes de la provincia de Teruel, en Aragón. Uno de esos lugares perfectos para disfrutar de una escapada en la que la tranquilidad y la naturaleza sean las protagonistas absolutas. Pueblos medievales como Valderrobres o Calaceite ofrecen al viajero conjuntos monumentales que están incluidos en la lista de los pueblos más bonitos de España. Callejuelas laberínticas, castillos e iglesias barrocas son algunos de los atractivos que invitan a recorrerlos degustando cada paso.

Por otro lado, la naturaleza en la zona merece más de una ruta de senderismo. Proponemos la conocida ruta del Parrizal y sus aguas color turquesa, la de las Pozas de la Pesquera (perfecta para disfrutar de algunos baños en verano) o la que llega al Salt de la Portellada.

En suma, España está llena de lugares espectaculares, que nada tienen que envidiar a destinos con mucha más fama alrededor del mundo. No es necesario viajar lejos para disfrutar de una escapada romántica increíble.