¿Por qué la gente está poniendo sal en la vitrocerámica? Así es el loco truco de Tiktok

Con este producto, lavavajillas y tus manos tendrás un remedio totalmente recomendable

Cómo limpiar la vitrocerámica y que quede como el primer día

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Javier Corazón

Javier Corazón

La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos que más usas en tu cocina, pero también uno de los que más rápidamente acumula suciedad si no se limpia correctamente. Manchas de grasa, restos de comida quemados y derrames son el pan de cada día en tu cocina. Aunque muchas veces el tiempo o la pereza nos llevan a procrastinar y posponer su limpieza, es fundamental mantener la vitrocerámica en buen estado no solo por una cuestión estética, sino también por motivos de seguridad, funcionalidad y durabilidad.

Y es que aunque no lo creas tener la vitrocerámica sucia no sólo es un  problema “estético”. Cuando una vitrocerámica está sucia, el calor no se distribuye de manera uniforme y esto puede provocar que los alimentos tarden más en cocinarse, aumentando el consumo energético y, en consecuencia, incrementando el coste de la factura de la luz. Además, los restos de suciedad incrustada pueden dañar la superficie, generando arañazos y perdiendo el brillo característico que tanto nos gusta tener en este electrodoméstico.

Por otro lado, cocinar en una vitrocerámica con suciedad acumulada puede ser peligroso. Los restos quemados podrían desprender humos o incluso prenderse si la temperatura es muy alta. Además, una vitrocerámica limpia es sinónimo de higiene, evitando la proliferación de bacterias que puedan contaminar los alimentos.

Así que después de haber leído todo esto ya sabes por qué es crucial mantener una rutina de limpieza adecuada, tanto para prevenir la acumulación de suciedad como para prolongar la vida útil de la vitrocerámica. 

Trucos para limpiar la vitrocerámica

Formas de limpiar la vitrocerámica hay muchas, pero aquí te resumimos algunos trucos para prolongar su vida útil.

  • Limpiar después de cada uso. La mejor forma de evitar que la suciedad se incruste es limpiar la vitrocerámica tras cada uso, cuando aún está ligeramente tibia. Usa un paño húmedo con un poco de jabón neutro y seca con papel de cocina o un trapo limpio.
  • Utiliza productos específicos. En el mercado existen productos diseñados especialmente para limpiar vitrocerámicas. Estos eliminan restos difíciles y ayudan a mantener el brillo sin dañar la superficie.
  • Evita estropajos abrasivos. Nunca uses esponjas o estropajos que puedan rayar el cristal. Opta por una rasqueta específica para vitrocerámicas, que te permitirá retirar restos quemados sin dañar el material.
  • Remedios caseros. Si prefieres alternativas naturales, una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco puede hacer maravillas. Espolvorea bicarbonato sobre las manchas, añade un poco de vinagre y deja que haga espuma. Luego, frota suavemente con un paño y enjuaga.

Cómo limpiar la vitrocerámica con sal

Si tu vitrocerámica está muy sucia y los restos incrustados parecen imposibles de quitar, un truco sencillo y efectivo es usar el calor y la sal como aliados. Así lo hemos visto en la cuenta de Tiktok de @yolandavaquitayoli, que cuenta con casi un millón y medio de seguidores en esta red social.

Yoli nos explica cómo sólo con sal y lavavajillas puedes limpiar una vitrocerámica muy sucia. Sólo tienes que seguir estos pasos: 

  1. Calienta ligeramente la vitrocerámica. Enciende la placa durante unos 4 segundos, solo lo justo para que esté tibia al tacto. Esto ayuda a que la suciedad se ablande, facilitando su eliminación.
  2. Espolvorea sal fina sobre las manchas. Una vez que la superficie esté tibia, apaga la placa y comprueba que no te queme. Distribuye una capa de sal fina sobre las zonas con suciedad incrustada.
  3. Frota suavemente. Con tus dedos realiza movimientos circulares sobre la sal sin apretar mucho y suavemente. La textura ligeramente abrasiva de la sal ayudará a desincrustar los restos sin dañar el cristal.
  4. Limpia y seca. Retira los residuos con otro paño limpio y húmedo, asegurándote de eliminar toda la sal. 
  5. Aplica un poco de lavavajillas. También con tus manos distribuye un poco de detergente de fregar los platos y déjalo actuar durante cuatro minutos. Vuelve a retirar el producto con una bayeta y seca la vitro bien.

Con este método, la suciedad más rebelde desaparecerá sin esfuerzo y tu vitrocerámica lucirá como nueva. Además, como apunte extra, gracias al lavavajillas tendrás una capa antihuellas.

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