El perfecto amo de casa busca los mejores productos. Entre miles de artículos por elegir como desincrustantes, desengrasantes, suavizantes con los olores más acogedores, jabones que acaban con la cal de una pasada o abrillantadores, el usuario siempre se decanta por lo más potente al mejor precio.

Y aunque el objetivo es acabar con la suciedad y mantener un hogar limpio, brillante y libre de olores, lo cierto es que hay que pararse a observar el arsenal con el que cuenta uno en el armario de la limpieza. ¿Es necesario recurrir a todos esos productos?

"Hay cinco productos que son los peores y el 90% de su impacto ambiental se produce durante el uso y los más expuestos son, precisamente, los usuarios. Aun así, no todos son igualmente dañinos", concretan desde la OCU.

Según la organización, "los productos para el inodoro son más agresivos que los limpiabaños, suelen contener ácidos", y añaden que los que vienen en bloque agregan contaminantes al agua -sus principios activos van directos al desagüe-, y son claramente peligrosos para los niños, que pueden tocarlos y llevarse las manos a la boca, o incluso ingerirlos atraídos por sus colores. Además, según los resultados de nuestros estudios, no son especialmente eficaces, así que mejor evitarlos".

Por otro lado, los limpiahornos se unen a la lista de los más peligrosos debido a que son corrosivos y contienen sosa caústica. "Son bastante eficaces, pero no imprescindibles. Limpiar siempre el horno después de usarlo y antes de que se enfríe por completo evita la suciedad incrustada y requemada que obliga a recurrir a limpiadores más agresivos", concretan. "Se deben seguir paso a paso las instrucciones de seguridad".

Los desatascadores son otro de los productos que se suman a la lista de los limpiadores más arriesgados con respecto a la salud y el medio ambiente. "La culpa es de las sustancias corrosivas que contienen, para eliminar los restos, normalmente sosa. Son eficaces, pero hay alternativas más inocuas", explican desde la OCU. "Lo más improtante, de entrada, es la prevención -evitando que vayan a parar a cañerías y desagües los objetos que podrían causar un atasco-, así como la instalación de válvulas de desagüe que sean desmontables. Si el atasco ya se ha producido, puedes comenzar por recurrir a alguno de los sistemas mecánicos -la tradicional ventosa, el aire comprimido o el alambre desatascador-, con cuidado de no dañar las tuberías de desagüe".

Además, dentro del grupo de peligrosos también se encuentra un producto que, según la organización, no sirve de nada. "Los desinfectantes y antibacterias son inútiles y contraproducentes al crear un ambiente de asepsia poco realista y contribuir a la creación de resistencias bacterianas", dicen. Aparte de esto, las sustancias permanecen en el agua haciendo mal a la flora y la fauna. "El detergente, sin desinfectante, es capaz por si solo de arrastrar los microorganismos".

Por último, hay un producto que es el peor para las enfermedades respiratorias y las alergias. "Los ambientadores contienen disolventes que son potencialmente nocivos para la salud, pueden provocar o empeorar el asma, bronquitos, migrañas? sobre todo en sujetos sensibles. La alternativa es ventilar bien y airear las habitaciones", aseveran.