Cuando te pones a la tediosa tarea de limpiar la cocina o los baños, dejar relucientes los azulejos es algo que también debes tener en cuenta. En la mayoría de los casos no bastará con aplicar el producto de limpieza convencional para limpiar los azulejos, quizá tengas que aplicarte un poco más.

Y es que es muy fácil que la suciedad se acumule en estos recovecos y acabe dejando un color tirando a negro que puede hacer que tu baño o cocina no luzcan todo lo que deberían.

Por ello vamos a darte una serie de consejos para que acabes con la suciedad de las juntas de los azulejos.

Limpiar las juntas de los azulejos

Lo primero que tienes que tener es una “herramienta” fundamental para este cometido: un cepillo de dientes. Compra uno o mejor reaprovecha uno antiguo. Sus cerdas penetrarán en las juntas y te será más fácil quitar la suciedad ayudando a al producto de limpieza. Eso sí, asegúrate de que las cerdas no son muy duras para no dañar el brillo del azulejo. También te recomendamos que a la vez que vayas raspando la suciedad de las juntas vayas quitando con una bayeta.

Si quieres hacer una mezcla casera para que las juntas te queden más blancas puedes usar, cómo no, bicarbonato. Si lo mezclas con agua obtendrás una pasta que debes aplicar con el cepillo de dientes. Cuando acabes aclara bien y verás como logras un gran resultado.

Otro método, incluso más eficaz pero que no todo el mundo tiene, es usar una vaporeta. Estos aparatos tienen mucha potencia y con el vapor son capaces de levantar la suciedad en un momento. Además suelen tener accesorios específicos para zonas de difícil acceso, como es el caso.

Blanqueador de juntas

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Si ya lo has probado todo y no consigues el objetivo que estabas buscando o, simplemente, quieres que las juntas queden totalmente blancas puedes optar por comprar un blanqueador de juntas de azulejos. Se trata de una especie de rotulador que pasa justo por encima de las juntas y deja una fina capa blanca. Además, es resistente al agua y al moho. 

Ten en cuenta que después de aplicarlo tendrás que esperar entre 12 y 24 horas para poder usar la ducha, en el caso de que lo uses para el baño. Se suelen vender en dos unidades y su precio está sobre los 10 euros.