Tener tu casa limpia no solo es cuestión de las veces que pases el plumero, friegues o hagas los baños, también tiene que ver con el orden que mantenemos en nuestro hogar. En muchas, muchas ocasiones podemos tener nuestra casa como los chorros del oro pero como lo tengamos todo desordenado nos dará una sensación de suciedad que no se corresponde con la realidad.

Por ello han surgido varios métodos de limpieza, y en su mayoría se basan en eso mismo: en el orden. así, recientemente a la japonesa más famosa del orden, Marie Kondo, le ha salido una dura competencia: Marla Cilley. En esta ocasión su famosa rutina no lleva su nombre se llama: método FlyLady.

Este método se basa en mantener todo en orden de forma metódica y gracias a ciertos tips que deberás añadir a tus rutinas diarias.

Cómo aplicar el método FlyLady

Lo fundamental es dedicar 15 minutos de tu día a organizar una estancia. Sólo una. Elígela y no salgas de allí en un cuarto de hora. Así lograrás ser mucho más eficiente a la hora de aplicar las tareas y no tendrás distracciones. Pero sé realista, si tienes una cocina enorme no la vas a limpiar entera, divídela por zonas y “ataca” una cada día. Si te decides, por ejemplo, por la habitación de los niños, centra el tiro en recoger, quitar el polvo, limpiar los cristales, barrer y fregar. Márcate objetivos realistas. 

Otra de las claves de este método es tu fregadero. Pocas zonas de tu casa puede dar una mayor sensación de suciedad que el fregadero. Es el típico sitio donde acumulamos más suciedad y más pereza nos da vaciar para fregar o para poner el lavavajillas. Así, uno de tus objetivos es que esté vacío, limpio y seco. Ya verás como consigues una sensación de limpieza en tu cocina que marcará la diferencia.

Otro de los puntos es prepararse para el día. Sí, nada de pijama y zapatillas de estar por casa. Vístete, ponte los zapatos y estarás más que preparada para afrontar un nuevo día. Marla Cilley piensa que esta será una buena forma de estar más que dispuesta para todo lo que el día te depara.

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Las rutinas también es una de sus claves. Establece rutinas para todo el día: mañana, tarde y noche. Te será más fácil y menos pesado dedicar siempre la misma tarea al mismo momento del día y no te resultará tan pesado. Por ejemplo: por la mañana, hacer la cama y recoger la habitación; por la tarde, limpiar el fregadero y recoger la cocina, etc.

¡La constancia es la clave del éxito!