Siempre que hablamos de plantas de interior, la mente se nos va a los típicos tiestos y macetas colocados en la terraza, el balcón o cualquier otra estancia de nuestra casa. Sin embargo, hoy vamos a hablarte de las plantas epífitas, aquellas que no necesitan un sustrato tal y como lo conocemos para desarrollarse. Sin embargo, muchas de ellas conviven en nuestros hogares y también pueden cultivarse al modo tradicional en una maceta con tierra.

¿Qué son las plantas epífitas?

Las plantas epífitas son las que no necesitan un sustrato para desarrollarse. Hay muchas especies de plantas de este tipo, unas 25.000 en todo el planeta. Muchas de estas plantas epífitas sí pueden ser cultivadas en macetas en casa y con un sustrato tradicional a pesar de que en si crecieran en su hábitat natural lo harían de otra forma.

Según su propio nombre indica, las plantas epífitas son aquellas que viven sobre otra planta. Aunque habría que matizar que pueden vivir sobre una roca, una piedra u otro soporte. De esta forma, en muchas ocasiones las plantas epífitas cuelgan de sus raíces y dan lugar a flores colgantes.

En estos casos, lógicamente, las raíces de estas plantas actúan a modo de anclaje al soporte sobre el que la planta crece pero no son las encargadas de suministrar a la planta alimentos y nutrientes como ocurre normalmente con las flores que plantamos en una maceta.

Todo lo dicho anteriormente podría llevarnos a pensar que estas plantas son parásitas de otras pero esto no es completamente cierto. Las plantas epífitas en principio no ponen en peligro a las plantas sobre las que se asientan pero en ocasiones sí pueden ocasionarles daños al "robarles" partes de sus nutrientes.

¿Cómo se alimentan las plantas epífitas?

Pero bien, si estas plantas no se alimentan a través de sus raíces, ¿cómo lo hacen? pues a través de su hojas que tienen una especie de apéndices que semejan diminutos pelitos y los cuáles puedes absorber agua y nutrientes del aire para alimentar a la planta.

Las orquídeas son los ejemplos más conocidos de plantas epifitas Pixabay

Las orquídeas, el ejemplo más vistoso de plantas epífitas

Las preciosas orquídeas son el ejemplo más conocido de plantas epífitas. Estas bonitas flores solo necesitan un trozo de corteza de árbol para sujetarse y algunas pueden vivir suspendidas sin necedad de una maceta. Esto es más visible aún si pensamos en las orquídeas que nacen salvajes en la naturaleza y que crecen colgadas de los árboles en la selva.