La planta de ricino (Ricinus communis L) es muy valorada no solo por sus propiedades estéticas sino por sus semillas, de las que se obtiene el aceite de ricino. Este aceite se ha utilizado desde la antigüedad como remedio natural contra el estreñimiento y como preparado estético para crear cremas y fortalecer las pestañas. Pues bien, hoy vamos a contarte cómo puedes cultivar tu propia planta de ricino en casa eso sí, con cuidado ya que sus semillas son muy tóxicas.

Características de la planta de ricino

La planta del ricino ( también conocida como Higuera del Diablo o Higuereta) es originaria de Etiopía por lo que le gustan los climas cálidos donde puede alcanzar hasta los 10 metros de altura. También se adapta a los climas templados, pero allí se desarrolla menos y no sobrepasa los dos metros.

Esta plata tiene unas características hojas palmeadas con los bordes dentados. Sus flores nacen en pequeños racimos y sus frutos son muy llamativos y están cubiertos de espinas. En el interior de estas cápsulas rosáceas con espinas se encuentran las semillas de la planta del ricino, de las que se obtiene el conocido aceite.

La planta de ricino tiene unas características hojas palmeadas. Pixabay

¿Cómo cultivar la planta de ricino en casa?

El mejor momento para sembrar una planta de ricino es la primavera. El primer paso para sembrar esta planta es meter sus semillas en agua caliente durante toda la noche. De esta forma facilitaremos su germinación.

Lo más conveniente es sembrar varias semillas en una bandeja para que germinen y después ya trasplantarlas a una maceta. En esa bandeja coloca el sustrato y distribuye las semillas que previamente has tenido en remojo. Pon tierra encima, riega y pon un film trasparente que cubra la bandeja y garantice una temperatura constante. Retira ese film de plástico a diario para regar y vuélvelo a colocar. En menos de un mes las semillas que hayan germinado ya sobresaldrán y tendrán alguna hoja por lo que ya estarán preparadas para trasplantarlas a una maceta.

Qué cuidados necesita la planta de ricino

El ricino o higuera del diablo necesita un riego moderado durante todo el año. Coloca la planta en un lugar soleado y protegido de las corrientes de viento. La temperatura debe ser alta para que se desarrolle convenientemente.

Cuidado con la toxicidad del ricino

La planta del ricino es muy tóxica por lo que hay que evitar colocarla cerca del alcance de los niños y de las mascotas. Aunque su aceite se utilice con fines estéticos y medicinales nunca debes manipular las semillas ni tratar de conseguir tu propio aceite de ricino. Y por supuesto nunca jamás debes consumir esas semillas ya que su toxicidad podría resultar letal.