Los suelos de madera están de moda, eso es algo innegable. Cada vez más en las casas es habitual que los suelos lleven este revestimiento, al igual que en las casas de nueva construcción.

Es habitual que estos suelos sean laminados o de tarima flotante. ¿Cuál es la diferencia entre ambos? La tarima flotante es el suelo de parqué que no está pegado al suelo, es decir, tienen una instalación flotante, mientras que los laminados están formados para varias capas de distintos materiales. También suelen ser flotantes y su sistema de instalación es de ‘clic’.

La diferencia entre ambos es que la tarima está elaborada con madera tratada pero más blanda que el laminado y se gasta y raya con más facilidad. Los suelos laminados son más duros y resisten mejor la humedad, las manchas y los arañazos. 

Si la tarima flotante se estropea será necesario acuchillarla para que recupere su imagen original. Una inversión de tiempo y de dinero que vamos a intentar evitar. Así que te contaremos cómo limpiar la tarima flotante para que conserve su mejor aspecto.

Cómo limpiar la tarima flotante

El polvo, el calzado que viene de la calle, los restos de alimentos… en fin, el día a día, de cualquier hogar es susceptible de manchar tu tarima flotante. Como ya te hemos dicho, este tipo de suelo es bastante delicado por lo que tienes que limpiarlo de la forma correcta para aumentar su durabilidad.

Así, lo primero que debes hacer para limpiar tu tarima flotante es eliminar todos los restos de suciedad que estén en la superficie. Para ello lo mejor es pasar la aspiradora, pero debes tener en cuenta que tiene que tener el modo cepillo o la función para suelo más duro. También es muy útil usar una mopa.

A la hora de fregar tu tarima flotante lo fundamental es hacerlo con los productos adecuados y escurrir bien la fregona. Con fregar la tarima flotante una o dos veces por semana será suficiente para mantener su brillo. Mira bien con el fabricante del suelo si recomienda algún producto específico para su limpieza o puedes hacerlo con agua limpia y destilada.

Te puede interesar:

Pasa la fregona en el sentido de las láminas de madera para evitar que la suciedad y el agua penetre en las ranuras y ejerciendo cierta presión. Procura que la fregona, además de estar muy bien escurrida, esté muy limpia.

Por último, vuelve a fregar el suelo, esta vez con agua limpia, sin nada más para retirar el exceso de detergente del suelo. Quedará espectacular.