Cuando tienes una piscina, ya sea desmontable o de obra, la calidad del agua que tengas en el vaso es sumamente importante. Una correcta higiene te garantiza, ya no sólo que disfrutes de tu piscina con todas las garantías, si no que prolongues su vida útil. 

Por eso en nuestra sección de Vida y Estilo ya te hemos hablado de las depuradoras de cartucho y de arena, imprescindibles para piscinas desmontables de un tamaño medio/grande, y de un limpiafondos perfecto y barato para aspirar las paredes del vaso. Así, aquí te vamos a hablar de otro elemento muy importante a la hora de mantener limpia tu piscina: el skimmer.

 El skimmer tiene como función aspirar el agua y retener la suciedad que se encuentra en la superficie, la que flota. Se “beben el agua” y la filtran para preservar la limpieza de la piscina. Cuentan con un cesto interior en el que se recoge la suciedad pero también se pueden usar para depositar el producto químico que uses para tratar tu piscina. Hay que tener en cuenta que la limpieza de este cestillo también es sumamente importante para que siga recogiendo suciedad. Así pues, absorben la suciedad que queda en la superficie del agua y devuelven el líquido al vaso.

En las piscinas de hormigón lo identificarás fácilmente porque es la boca de succión en una de las paredes de la piscina que va absorbiendo el agua. Cuando te estás bañando en la piscina no notas este movimiento que realiza para “tragarse” el líquido pero su acción previene la formación de algas. Por eso siempre verás que alrededor de estas bocas hay elementos en la superficie del agua como ramas o flores, entre otros, que son absorbidos.

 

Un skimmer para piscina desmontable de la marca Intex Intex

Skimmer para piscinas desmontables

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En las piscinas desmontables, el skimmer puede instalarse fácilmente ya que cuenta con una especie de cesta donde se acumula la suciedad y un gancho que se queda fijado al borde de la estructura. Para comprar uno tendrás que ver la compatibilidad que tiene con las depuradoras. Además tienes que tener en cuenta que para un correcto funcionamiento de este tipo de aparatos el nivel del agua tiene que quedar justo por encima del cestillo para que pueda recoger la suciedad sin saturarlo.

También cuentan con una tubería que lleva el agua, ya limpia, hasta la depuradora que la devuelve a la piscina. Su precio ronda entre los 25 y los 40 euros.