Su nombre lo dice todo. La planta Matalobos ( también conocida como acónito, casco del diablo, anapelo o nabillo del diablo) es una de las plantas más peligrosas del mundo y la más peligrosa de Europa. Crece en lugares montañosos del hemisferio norte y en nuestro país podemos encontrarla en los Pirineos, en el Sistema Ibérico y en la Sierra de Gúdar. Tiene unas bonitas y ornamentales flores moradas y azuladas que florece en los meses de verano y puede alcanzar hasta el metro de altura. Pero si por algo es destacable esta planta es por su toxicidad, tanto que si se consumen apenas unos miligramos de la sustancia que contiene puede provocar la muerte.

¿Por qué es tan venenosa la planta Matalobos?

El acónito o planta Matalobos contiene en sus raíces principalmente pero también en su tallo y en sus hojas un veneno llamado aconitina ( Aconitun napellus) que en caso de ser ingerido puede tener fatales consecuencias. Incluso con solo tocar esta planta (sobre todo las raíces que es donde hay una mayor concentración de veneno) puedes sentir adormecimiento en las manos. Lo peor es que no hay antídoto. Por esta razón, si algún día vas haciendo senderismo y en la montaña te encuentras esta flor no la toques bajo ningún concepto.

Si caminando por la montaña te encuentras una planta matalobos nunca la toques Pixabay

Otras plantas venenosas con las que debemos tener cuidado

El caso de la planta Matalobos no es aislado. Hay muchas plantas que pueden resultar muy peligrosas y llegan a consumirse o con solo tocarlas. Algunas, son más comunes de lo que pensamos y nacen en lugares tan accesibles como los parques y los jardines. Un claro ejemplo lo encontramos en el baladre o adelfa, un arbusto con flores rosas muy fácil de ver en los parques y en las medianas de las carreteras.

En casos como el del baladre hay que evitar que los niños y las mascotas que normalmente frecuentan los parques donde se cría lo toquen y mucho menos que se lo lleven a la boca.

Las plantas de interior más tóxicas

Muchas veces, incluso las plantas de interior que tenemos en nuestro hogar pueden resultar peligrosas por lo que en caso de haber niños o mascotas en casa hay que colocarlas en lugares inaccesibles para ellos. Algunas de las plantas venenosas más comunes en nuestras casas son las hortensias, los crisantemos y la oreja de elefante.

Todas ella pueden provocar irritación y alergias al contacto con la piel y en caso de ser ingeridas vómitos, diarreas y nauseas.

Los crisantemos pueden resultar tóxicos para ciertas personas. Pixabay

Con todo esto no queremos asustarte, ya que si tienes un mínimo de cuidado y las mantienes en lugares poco accesibles y evitas que los niños y las mascotas las toquen puedes tener estas plantas en casa sin problema.