El percarbonato de sodio se ha convertido en uno de los productos más vendidos para hacer la colada. Y no es para menos. Se trata de una sustancia granulosa de color blanco que no tiene ni color ni olor y que se disuelve en el agua. Algunos lo conocen como el agua oxigenada sólida.
Una de sus ventajas es que es totalmente biodegradable por lo que es uno de los productos favoritos de aquellas personas que prefieren una limpieza con productos naturales. Es respetuoso con el medio ambiente, es libre de tóxicos y es muy económico. De hecho, uno de los establecimientos que más vende este producto es la cadena de supermercados Mercadona, que comercializa un paquete de 750 gramos que cuesta 1,85 euros.
Cómo usar el percarbonato de sodio
La acción del oxígeno del percarbonato lo hace ideal para quitar manchas de todo tipo de ropa y es un excelente blanqueador a altas temperaturas. Para usarlo en tu lavadora puedes hacerlo de varias formas. Por una parte puedes añadir un par de cucharadas al tambor y añadir tu detergente habitual. El resultado será que blanquearás la ropa y conseguirás que desaparezcan los malos olores.
Si quieres lavar una mancha concreta de una prenda puedes hacer una especie de pasta mezclando una cucharada de percarbonato y dos de agua. Extiende la mezcla y frota con un cepillo para que penetre en el tejido y salte la mancha. Deja que actúe entre 20 y 30 minutos y lava la prenda en la lavadora de forma habitual.
Este producto también te sorprenderá si lo usas para los textiles del hogar como manteles, paños de cocina e, incluso, baberos. Si las manchas son rebeldes puedes dejar las prendas a remojo durante toda la noche con una parte de percarbonato y 10 de agua y al día siguiente meterlas en la lavadora. Los mismos buenos resultados obtendrás si añades unas tres cucharadas en tu colada de toallas y las lavas a 40ºC.
Pero el percarbonato también tiene otros usos además de los que te hemos contado de acción limpiadora en la ropa. Puedes usarlo para lavar pañales reutilizables y compresas de tela; para la limpieza del hogar, como por ejemplo el lavabo, es ideal para blanquear las juntas de las baldosas y las tazas de cerámica o esmalte que tengan manchas de té o café. Se trata de un producto con muchas posibilidades.
