Las toallas, como todo en la vida, también se hacen viejas. Desgraciadamente, tienen fecha de caducidad. Pero no hay que tirarlas a la basura y se les puede dar otra oportunidad. Otra utilidad. Eso sí, hay que sustituirlas por unas nuevas para secarse las manos o la cara. Pero más allá de su uso habitual y solamente si somos un poco manitas y sabemos coser bien, podemos hacer unas zapatillas, un bolso, una cama para la mascota o incluso unos guantes para el horno. Pero vayamos por pasos.

  • Zapatillas para el baño: necesitaremos una toalla vieja, las suelas de unas zapatillas y unas tijeras de modista. El primer paso es cortar las porciones de la toalla con el dibujo de las suelas y, posteriormente, pegarlas con un pegamento apropiado para las telas. Con la toalla sobrante se pueden hacer tiras entrecruzadas para el empeine y las fijamos con aguija e hilo.
  • Bolso para la playa: la toalla, al ser absorbente, es perfecta para escenarios marinos. Una bolsa cosida de toalla se puede llevar a la playa y a la piscina. Sólo necesitamos una toalla vieja, unas asas de tela, hilo, tijeras y una máquina de coser. De esta forma, luciremos un bolso único y personalizado en la época veraniega.
  • Una alfombra de toalla: recortar una serie de tiras de varias toallas que se hayan quedado viejas y trenzarlas. Luego, enrollamos las trenzas formando círculos cada vez más pequeños, las cosemos entre ellas.
  • Guantes de horno: si tenemos una toalla vieja lo suficientemente gruesa podremos utilizarla para no quemarnos cuando saquemos la bandeja del horno. Hay que utilizar unos guantes como plantilla, como en el caso de las zapatillas, y recortar dos partes exactamente iguales, dejando unos milímetros para la costura. Por último, sólo tenemos que coser las dos partes.