Con la subida del precio de la luz son muchas las personas que se han replanteado sus rutinas en casa. Por ejemplo, a la hora de poner la lavadora o el lavavajillas. Y es que, controlando el horario en el que damos uso a ciertos electrodomésticos podemos ahorrar muchos euros en el recibo de la electricidad. Otros, sin embargo, no están sujetos a horarios de uso. El mejor ejemplo es el frigorífico que es el electrodoméstico que más gasta y el que está siempre en funcionamiento.

Las neveras que menos electricidad gastan

La nevera supone casi el 31% del consumo de electricidad de nuestros hogares. Si tienes pensado comprar una nueva próximamente te recomendamos que inviertas en un frigorífico eficiente (clase A+++). Su precio inicial es un poco más caro que otros pero a la larga te resultará una buena inversión ya que consumen un 75% menos que los de clase D.

Evita colocar la nevera junto al horno. pexels

Una vez comprado, debes instalarlo correctamente en la cocina ya que su ubicación también condicionará su gasto energético. El lugar ideal es lejos del horno, de la vitrocerámica y de cualquier estufa que tengas en la cocina. También debes evitar los sitios soleados ya que el calor que haya alrededor obligará al aparato a gastar más energía para mantener frescos los alimentos en el interior.

Consejos para ahorrar en la factura de la luz usando bien el frigorífico

Sin embargo, a pesar de que la nevera esté funcionando continuamente, podemos adoptar ciertas rutinas que nos harán ahorrar bastante dinero en luz. Desde la Organización de consumidores y usuarios (OCU) nos dan algunos consejos para hacer un uso mucho más eficiente de este aparato.

No abras la puerta de nevera continuamente.

  1. Coloca el aparato a unos centímetros de la pared de forma que circule bien el aire por ese hueco.
  2. Mantén limpia la parte trasera del frigorífico. Pasa el aspirador por esta zona cada cierto tiempo.
  3. Elige la temperatura más óptima para el buen funcionamiento de la nevera sin derrochar electricidad. Con mantener el frigorífico a 5ºC y el congelador a -18ºC es suficiente para que los alimentos se conserven correctamente. Si lo pones a menos temperatura gastarás más electricidad de forma innecesaria.
  4. No abrir la puerta del frigorífico si no es necesario. Aprovecha cuando la abras para sacar a meter varios alimentos y evita abrirla continuamente ya que este hecho aumenta la temperatura del interior y provoca que el aparato gaste más.
  5. Si te vas de vacaciones durante un periodo largo lo mejor es que vacíes el frigorífico y lo apagues mientras no estés en casa.