La fórmula mágica de La Ordenatriz que te servirá para limpiar (casi) cualquier cosa

Puedes prepararla en casa y sólo necesitarás tres ingredientes para deshacerte de las manchas más persistentes

Mati Sirvent

Mati Sirvent

A menudo buscamos productos que nos faciliten un poco más la vida a la hora de afrontar las distintas tareas de limpieza. Algo que nos haga un poco menos tediosas los ratos que le dediquemos y que, claro, obtengamos buenos resultados.

En nuestra sección de Decoración recopilamos numerosos trucos de limpieza que pueden servirte para multitud de labores del hogar y, también, sobre productos que se han hecho populares por su eficacia. Es el caso del Jabón Beltrán, el Volvone, el borrador mágico de Mercadona o el percarborato, productos que te ayudarán a solventar manchas que pensabas que se quedarían ahí para siempre.

En esta ocasión hemos querido fijarnos en uno de los referentes de nuestro país en material de orden y limpieza: Bego, La Ordenatriz. Esta madre de siete hijos tiene una cuenta en Instagram con más de 763.000 seguidores en la que comparte sus trucos de limpieza y orden. Además, recientemente ha publicado un libro titulado Limpieza, orden y felicidad, donde asegura que nos facilitará pequeños trucos para solucionar grandes desastres.

La fórmula mágica de La Ordenatriz

Y si algo se ha hecho popular en la cuenta de La Ordenatriz es su fórmula mágica. Una potente mezcla con la que podrás limpiar gran cantidad de superficies que no puedes meter a la lavadora como tapicerías de sofá, cabeceros, asientos del coche, alfombras, tumbonas de tela, muebles de jardín, toldos, piedras naturales, zapatillas, las juntas del suelo, sandalias de tela. 

También puedes usarla como pre tratamiento de manchas en la ropa. Sólo tendrás que pulverizar sobre ellas y meter en la lavadora. Es eficaz para acabar con manchas de barro o césped, por ejemplo

Cómo preparar la fórmula mágica de La Ordenatriz

Para preparar esta fórmula mágica sólo necesitarás tres ingredientes:

  • Medio litro de agua calentita
  • Dos cucharaditas rasas de jabón en escamas
  • 60 ml de amoniaco

Así pues, coge un recipiente y añade medio litro de agua calentita y dos cucharitas pequeñas de jabón en el agua. ¡Ojo! Si echas más cantidad se solidificará y dejará restos de jabón por lo que la fórmula no te servirá.

A continuación remueve bien para que el jabón se disuelva a la perfección con la ayuda de una cuchara y añade el amoniaco. Vuelve a remover para que toda la mezcla quede bien integrada. Ahora sólo tendrás que añadir la mezcla en un pulverizador y ya la tienes lista para aplicar donde quieras.

La propia Bego te explica que si no encuentras el jabón de escamas se puede usar jabón lagarto o jabón casero, pero hay que rallarlo. Y si no quieres usar amoniaco puedes apostar por el vinagre de limpieza, pero tienes que saber que pierde efecto limpiador.