Adiós a la grasa del horno: ese truco lo dejará como nuevo

Mantener el horno limpio puede ser una tarea complicada, especialmente cuando la grasa se acumula en las paredes y las bandejas. La cocción de alimentos grasos o con salsas que salpican, sumado a los restos de comida quemada, puede convertir nuestro horno en un verdadero reto de limpieza.

Sin embargo, no todo está perdido. Con un simple truco casero, podrás despedirte de la grasa acumulada y dejar tu horno como nuevo, sin necesidad de recurrir a productos químicos agresivos o costosos. A continuación, te explicamos paso a paso cómo hacerlo.

Cómo limpiar un horno muy sucio

El horno es uno de los electrodomésticos más utilizados en la cocina, pero también uno de los que más suele descuidarse. La grasa que se acumula en su interior no solo es desagradable a la vista, sino que también puede afectar el sabor y la calidad de los alimentos que cocinamos.

El truco mágico: bicarbonato y vinagre

Uno de los métodos más eficaces, económicos y seguros para limpiar el horno es utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Estos dos ingredientes, que probablemente ya tienes en tu despensa, son poderosos aliados cuando se trata de eliminar la grasa. El bicarbonato de sodio actúa como un abrasivo suave que descompone las partículas de grasa, mientras que el vinagre, al ser ácido, potencia el efecto limpiador.

El truco viral para limpiar las rejillas del horno de manera rápida y efectiva

Para aplicar este truco, comienza retirando las rejillas y bandejas del horno y colócalas en el fregadero para limpiarlas por separado. Luego, en un recipiente, mezcla media taza de bicarbonato de sodio con unas cucharadas de agua hasta formar una pasta espesa. Aplica esta mezcla sobre las superficies grasientas del horno, especialmente en las áreas más afectadas. Deja que la pasta repose durante al menos 12 horas o toda la noche.

Una vez que la pasta de bicarbonato ha reposado durante varias horas, es momento de activar el poder del vinagre. Llena una botella con atomizador con vinagre blanco y rocía generosamente sobre las áreas cubiertas con la pasta de bicarbonato. Verás cómo se forma una reacción efervescente, lo que indica que la mezcla está descomponiendo la grasa y las manchas adheridas.

Deja que la mezcla burbujee durante unos minutos y, después, utiliza un paño húmedo o una esponja suave para limpiar las superficies. A medida que frotes, notarás que la grasa se desprende fácilmente, dejando las paredes del horno limpias y brillantes.

Limpieza de las rejillas y bandejas

Mientras dejas que el bicarbonato y el vinagre actúen en el horno, es el momento perfecto para limpiar las rejillas y bandejas. Al igual que el interior del horno, estas piezas suelen acumular grasa y restos de comida quemada que pueden ser difíciles de eliminar.

El truco definitivo para limpiar la bandeja del horno en minutos: fácil y con ingredientes caseros

Llena el fregadero con agua caliente y añade unas cucharadas de bicarbonato de sodio y un chorro de vinagre. Coloca las rejillas y bandejas en el fregadero y deja que se remojen durante unos 30 minutos. Después de ese tiempo, utiliza una esponja abrasiva o un cepillo para fregar las superficies. Notarás cómo los restos se desprenden con facilidad, dejando tus utensilios de horno como nuevos.

El toque final: limpieza a fondo

Una vez que hayas eliminado la mayor parte de la grasa del horno, es importante hacer una limpieza final para asegurarte de que no quedan restos de bicarbonato ni vinagre. Utiliza un paño húmedo limpio para repasar todas las superficies del horno, asegurándote de eliminar cualquier residuo. Si es necesario, repite la operación con otro paño limpio hasta que el horno esté completamente libre de grasa y productos.

No olvides limpiar también la puerta del horno, ya que suele acumular salpicaduras y manchas de grasa. Para ello, puedes utilizar la misma mezcla de bicarbonato y vinagre, aplicándola con una esponja suave para no rayar el cristal.