El quinto aniversario de su muerte supone un caramelo demasiado goloso como para dejarlo escapar y Amy Winehouse es un negocio de éxito casi asegurado. Los más avispados ya han comenzado a incluir su nombre en sus trabajos, como Chris Martin (el pintor, no el cantante de Coldplay) que plantificó un retrato de tres metros de alto de la cantante en la galería David Kordansky, que durante el mes de abril y parte de mayo ha acogido su exposición Saturn Returns...

Sigue leyendo en