Los rumores de crisis sobrevuelan a Iker Casillas y a Sara Carbonero desde hace varios meses. Sus escasas demostraciones de amor en sus respectivas redes sociales, el hecho de que el exfutbolista adquiriese un lujoso piso en la capital en solitario y una discreción que ha hecho que apenas les hayamos visto juntos en los últimos tiempos, desataron las especulaciones sobre una inminente ruptura de la que es una de las parejas más seguidas y mediáticas de nuestro país.

Sin embargo, hoy la revista Lecturas va más allá y publica en portada que la separación de Sara e Iker es un hecho. Según la citada publicación, el matrimonio decidió, de mutuo acuerdo, separarse hace algún tiempo por un fuerte desgaste en su relación, y ya han comunicado la triste decisión a sus allegados. Al parecer, el exportero se ha alquilado una casa cercana al domicilio conyugal para que sus hijos Martín y Lucas - de 7 y 4 años - se vean afectados lo menos posible por la ruptura de la pareja.

La citada revista asegura que, durante el reciente ingreso hospitalario de Sara el matrimonio ya estaba separado, pero que mostraron su unión públicamente de "cara a la galería".

De confirmarse sería una triste noticia que se produce después de 11 años de amor y casi 5 de matrimonio. La atractiva pareja se casó en secreto el 20 de marzo de 2016 con la única presencia de su hijo Martín, cuando la periodista estaba embarazada de Lucas, y apenas trascendieron imágenes de uno de los momentos más especiales en la vida de la pareja, muy celosa con su vida privada.

Por el momento, ni Iker ni Sara han confirmado ni desmentido su separación.

Además, la revista Hola asegura en exclusiva, después de ponerse en contacto con fuentes cercanas a la mediática pareja, que no existe la citada ruptura.

Según la versión digital de esta revista, la pareja sigue unida e Iker continúa viviendo en su casa de La Finca - a las afueras de la capital - con sus dos hijos, Martín y Lucas, de 7 y 4 años respectivamente.

Después de que Sara haya superado sus recientes problemas de salud, y siendo ambos pacientes de riesgo frente al Covid, el matrimonio ha reducido mucho sus apariciones y sus planes sociales y apenas se deja ver en público.