Inseparable de Jesulín de Ubrique, María José Campanario ha acompañado en los últimos días a su marido en la grabación de 'El Desafío' en la capital. Una visita corta pero intensa a Madrid en la que, además de no perderse el programa en el que participará el torero, la odontóloga visitó a su hija Julia y disfrutó de una cena con amigos en la que, más habladora y simpática que nunca, desmintió los preocupantes rumores sobe su estado de salud y confesó como es su relación con su primogénita, a la que no duda en definir como "lo mejor de este mundo".

Sin su marido, que se quedó en el hotel descansando para afrontar con fuerzas su nueva aventura televisiva, María José ha aprovechado para desmentir, una vez más, su reciente ingreso hospitalario tras sufrir una recaída en la fibromialgia que padece desde hace una década. "Lo pido de verdad, es una súplica, si voy al médico o no, no se pueda dar una noticia así porque yo tengo padres y personas que se pueden preocupar mucho", ha señalado dolida, añadiendo que "los temas de salud son muy delicados como para especular de esa manera y encima no siendo verdad". "No he tenido ninguna crisis de mi enfermedad, estoy bien, he pasado mi cumpleaños en mi master y después con mi marido. Son cosas que deberíamos de frenar", ha pedido tajante, cansada con las falsas informaciones sobre su estado de salud.

"Muy agradecida" a las palabras de apoyo de Andrea Levy, que también padece fibromialgia y que ha destacado su lucha contra la enfermedad, María José nos ha contado que aprovecha para visitar a su hija Julia "cada vez que puedo", y ha confesado que la ve como "la mejor del mundo", desvelando que "siempre" le pide consejos y quitando hierro a las críticas que recibe desde que cumplió la mayoría de edad por su presencia cada vez mayor en redes sociales: "Todos estamos expuestos todos los días".